Merino habla detalladamente de su estado físico y las molestias que le persiguen
Sus molestias
"Estoy bien, estoy con pequeñas molestias, pequeñas lesiones que bueno... que son un incordio a veces, pero que por suerte me están permitiendo el poder seguir ayudando al equipo, el poder seguir jugando. Estoy contento porque estoy pudiendo saltar al campo. Entonces, parece que estoy hecho polvo, pero dentro de lo que cabe estoy mejor de lo que puede parecer desde fuera cuando dices todo el parte de lesiones que tengo. El tema es mi forma de ser, si puedo jugar, estar en el campo y me lo permita el cuerpo, por mucho dolor que tenga y por mucho que me pueda sentir mal, voy a intentar estar porque sino, cuando llegue a casa, los remordimientos van a venir. El no poder ayudar en todo momento al equipo si pienso que puedo dar un poco más, me va a doler. Prefiero darlo todo".
¿Qué tipo de molestia tiene?
"Lo que más me preocupa es el dedo del pie. Sí que es verdad que para jugar a fútbol necesitas todo tu cuerpo, pero ahora mismo lo que más me está dando guerra es el pie, porque es con lo que tengo contacto con el campo y con la bota. El hecho de ponerme la bota me molesta bastante el dedo y por eso estamos teniendo un poco de paciencia para ver si conseguimos darle la vuelta al asunto. Pero bueno, estoy tranquilo porque me está permitiendo jugar y espero que dentro de poco no sea ningún problema".
¿Cómo solucionar el problema del dedo?
"Aguantar un poco el dolor. Para eso están los fisios y el servicio médico, que me están cuidando mucho y estamos metiendo muchas horas de rehabilitación con distintas cosas, ya sea intentando poner corrientes, hacer contrastes, tener el pie en alto.. que la inflamación y todo lo que hay ahí se baje cuanto antes. Pero el tiempo al final es lo que cura, tener paciencia, aguantar el chaparrón estos días y ojalá dentro de poco sea pasado".
¿Te planteaste parar?
"A ver... generalmente, sobretodo me pasó con el tema del golpe en la cabeza. Después de San Mamés no estaba en las mejores condiciones y tuve momentos que me di cuenta que igual tenía que parar un tiempo o unos días. Fueron momentos breves, luego te entra el ansia otra vez de jugar, de intentar ayudar y estar. Pero cuando es un tema de la cabeza y un tema un poco más serio que aguantar el dolor o lesionarse de algo físico, cuando es algo de la cabeza más peligroso, ahí ya tienes que tener un poco de conciencia y dejarte aconsejar con los doctores, cumplir los protocolos y decidí no jugar ese partido. Aunque me dolió mucho no jugar y estar en la grada, creo que fue la mejor decisión".