Borja Iglesias, tras el Lucerna
El Espanyol sabe desde hace tres semanas que tiene muy complicado retener a Borja Iglesias para la próxima temporada. De hecho, es muy probable que antes de la eliminatoria ante el Stjarnan ya se establecieran las bases de su traspaso al Betis, pero con una serie de condiciones que había que cerrar semanas después.
El Betis ofrecía el pago de la cláusula de Borja Iglesias a plazos pero el Espanyol se negó, pidiendo que este montante debía abonarse en una sola cantidad. Tras varios días de negociaciones, Espanyol y Betis optaron por poner la situación en standby por una clara razón: venía la eliminatoria europea y no había que descentrarse.
Como si todo estuviera orquestado, las negociaciones pararon justo antes del doble partido ante los Islandeses. Borja Iglesias tenía que ayudar el conjunto perico a pasar de la Q2 a la Q3 y así lo hizo. Con el máximo respeto posible, el Betis dejó congelada la operación y se centró en otros temas como el de Lo Celso y Junior.
Ahora, ya en la Q3, el Espanyol volverá a necesitar a Borja Iglesias para superar al Lucerna y pasar de ronda. Su presencia en el once es clave para ayudar al Espanyol a clasificarse y Borja Iglesias no tiene ningún inconveniente en hacerlo aún sabiendo que su futuro puede estar a cientos de kilómetros de Cornellà.
Pero una vez el Espanyol supere o sea superado por el Lucerna, será el momento de retomar las negociaciones con el Betis, con final feliz o no, pero con la intención de poner fin a uno de los culebrones del verano.