La UEFA piensa excluir al CA Osasuna de la Conference League y el club recurre a Apelación
Viernes, 23 de junio del 2023 a las 18:41
El Club Atlético Osasuna ha comunicado este viernes por la tarde, mediante una nota en su página web, que en el día de hoy ha tenido conocimiento de las conclusiones del informe elaborado por los inspectores del Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA. En dicho informe los inspectores declaran la “inelegibilidad del club para participar en la UEFA Conference League 2023-2024”, negándole de esta forma el derecho a participar en competiciones europeas que se ha ganado de forma justa en el campo.
El motivo se remonta a unos hechos ocurridos en la temporada 2013-2014 y que, a juicio de la UEFA, contravienen su artículo 4.1g del reglamento de la competición. Dicho artículo dice lo siguiente:
"No haber estado directa y/o indirectamente involucrado, desde la entrada en vigor del Artículo 50(3) de los Estatutos de la UEFA, es decir, el 27 de abril de 2007, en ninguna actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido".
Los inspectores de la UEFA consideran que la sentencia del Tribunal Supremo que condena a varios exdirectivos de la entidad rojilla es motivo suficiente para excluir a Osasuna, nueve años después de los hechos, de las competiciones europeas. Eso, a pesar de que la misma sentencia es producto de la denuncia realizada por los actuales gestores del club en 2015 y fruto del trabajo de Osasuna como acusación particular durante todo el procedimiento judicial para perseguir a quienes desviaron, con fines poco claros, dinero de la entidad.
El club informa en el comunicado que no comparte el criterio de la UEFA, recurrirá ante el Comité de Apelación y anuncia que luchará legalmente, hasta las últimas consecuencias, por defender sus derechos.
Con esta decisión, la UEFA pretende castigar nuevamente a Osasuna en la figura de sus actuales gestores, que son precisamente quienes presentaron una denuncia en el juzgado dando comienzo al procedimiento judicial para recuperar el dinero ilícitamente sustraído de las cuentas de la entidad y restaurar su buen nombre. Quizá estemos ante el único caso conocido en la historia reciente del fútbol europeo en el que un club persigue judicialmente a algunos de sus antiguos gestores, que actualmente están pendientes de ingresar en prisión. Es también preciso recordar que esa temporada Osasuna descendió a Segunda División y que, posteriormente, estuvo a punto de descender una categoría más. El club tuvo que desprenderse de todo su patrimonio para saldar parte de sus deudas mientras los nuevos gestores hipotecaban sus viviendas, sus fondos y sus planes de pensiones para poder reconducir el rumbo de la entidad. Es a esas personas, a un club al que hoy no le resistirían en un test de ejemplaridad sus acusadores; y a una afición que vivió con angustia la casi desaparición de su equipo, a quienes hoy se castiga.
A juicio de Osasuna, el mensaje que trasmite la UEFA es, sin duda, contraproducente para el fútbol y para aquellas entidades que, ante el riesgo de ser sancionadas deportivamente por el máximo organismo del fútbol europeo, opten ahora por no atacar de manera frontal la corrupción en el mundo del fútbol. Osasuna entiende que este no puede ni debe ser el objetivo que persiga la UEFA.