La venganza de Quique y el plan de despiste con Arambarri

Quique Sánchez Flores tenía un plan establecido y premeditado en mente para enfrentarse ayer al Girona en el Coliseum Alfonso Pérez. El técnico llevaba varias semanas viendo cómo su alineación titular era filtrada a la prensa la noche anterior, dándole así en bandeja todos los datos al rival para que gestionara su plan de partido. La semana pasada, sin ir más lejos, Setién sabía con horas de antelación qué once iba a sacar el técnico madrileño en La Cerámica e incluso la ubicación de Maksimovic en la mediapunta, lo que le generó rabia e impotencia. El entrenador del conjunto azulón sabía que debía cambiar cosas en su lugar de trabajo y, aún con la dificultad de tener un topo en el vestuario que pudiera filtrar los onces a la prensa, necesitaba una estrategia para despistar incluso a sus propios compañeros de trabajo y jugadores.

Durante toda la semana. Quique sabía Arambarri no iba a estar disponible para la cita frente al Girona. El mediocentro se retiró con molestias del partido en Villarreal y en ningún momento se supo más sobre su estado físico. El técnico se encargó de ocultarlo a los medios de comunicación, pero sabía que eso no era suficiente, porque el topo del vestuario tenía la información correcta. Para asegurarse de que los medios no tendrían esa información y para mandarle un mensaje equivocado a Míchel, confirmó la disponibilidad de Arambarri en la rueda de prensa previa: "Estamos todos. Mauro está bien durante la semana y no tenemos ningún problema", aseguró provocando incertidumbre entre las personas que sabían que no iba a llegar.

Pero el plan de Quique no finalizaba con ese mensaje y quiso ir más allá para despistar incluso a los jugadores y trabajadores del club. Sabiendo que Arambarri no iba a estar disponible para jugar, ni siquiera un minuto desde el banquillo, Quique tenía pensado anunciarlo como titular y simular unas molestias en el calentamiento para realizar un cambio de última hora. Dicho y hecho, el Getafe anunció a las 12:50h una alineación con Arambarri y, 20 minutos antes de empezar el partido, comunicó que el charrúa se caería del once y de la convocatoria, informando de la titularidad de Ángel Algobia, un jugador con unas características muy diferentes a las del uruguayo y sin opción de que Míchel tuviera tiempo necesario para modificar las instrucciones a sus jugadores.

El Getafe se encuentra en una situación delicada en la tabla y cualquier detalle y acto de picaresca será útil para intentar sacar un resultado positivo en las 14 jornadas que restan de campeonato. Se ha visto que esconder los entrenamientos no es suficiente y, tras lo sucedido con los onces filtrados a la prensa en las últimas jornadas, Quique ha forjado su venganza.