El plan rotacional de Marcelino salta por los aires y el domingo podría haber un once muy titular

Justo en el momento que salió el once titular del Villarreal este jueves para enfrentarse al Olympique de Marsella en el Velódróme, en la ida de los octavos de final de la Europa League, las miradas de cara al partido del domingo se centraban en todos aquellos que no eran titulares contra el conjunto francés. Tal y como avanzó Marcelino en la rueda de prensa previa al partido contra el Granada el pasado viernes, las rotaciones iban a llegar este domingo contra el Betis, debido a que el jueves que viene hay un partido de vuelta y había que dosificar jugadores. O al menos, ese era el plan inicial.

Con el once titular en mano y antes de empezar el partido, jugadores como Mosquera, Bailly, Comesaña, Gerard o Baena, que iniciaron el encuentro de Marsella como titulares, estaban en serio peligro de rotación para visitar el Benito Villamarín y en el horizonte asomaban los Capoue, Kiko Femenia, Traoré, Sorloth e incluso Trigueros y Morales.

No obstante, todo saltó por los aires en cuestión de 45 minutos. Con un 3-0 en el marcador, Marcelino entendía que la eliminatoria estaba ya muy cuesta arriba y que tal vez no tendría tanto sentido reservar jugadores en Liga pensando en el partido de vuelta. Justo en el descnaso, prefirió no cargar de minutos innecesariamente a gente importante y retiró del terreno de juego a Mandi, Comesaña y Baena, en una clara declaración de intenciones (al menos con los dos últimos), de reservarlos para el partido de Sevilla sin tener en cuenta el partido del jueves que viene. Minutos después, en el 64, fue el momento de retirar del campo a Gerard, quien parece también jugará en Liga y dejando claro que, con el 4-0, la situación y el plan había cambiado.

En definitiva, las rotaciones en Liga dejarán de tener sentido cuando en la vuelta hay que remontar un 4-0 en contra. Salir con suplentes en el Villamarín para guardarse a los titulares para una hipotética remontada no solo sería utópico, sino también irresponsable por parte de Marcelino y, si algo ha quedado claro con los cambios, es que la prioridad ahora es la Liga.