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El orden táctico volverá a Vigo con Escribá
Fran Escribá ha sido nombrado este domingo nuevo entrenador del Celta de Vigo hasta final de temporada. El técnico valenciano aterriza en el club gallego para tratar de reconducir un proyecto que no ha funcionado con dos entrenadores: Antonio Mohamed y Miguel Cardoso, y con el objetivo de evitar el descenso con 12 jornadas por delante.
El nuevo técnico celeste ha tenido experiencia en primera con tres equipos: Elche, Getafe y Villarreal. En los tres se ha caracterizado por mantener una filosofía práctica del fútbol, sin florituras y buscando siempre evitar el riesgo en campo propio pero sin dejar de lado aspecto ofensivo y directo. Opta por el orden y la disciplina táctica en sus equipos intentando que su conjunto juegue bien al fútbol, que no es lo mismo que jugar bonito, sabiendo qué hacer en cada momento del juego.
Los equipos de Escribá juegan con líneas muy juntas, montando al equipo entre 25 y 30 metros. A partir de ahí apuestan por desplegar un juego ofensivo muy rápido y con mucha verticalidad. Tienen muy clara su máxima consigna: una transición ataque–defensa muy rápida y organizada, imposibilitando así los desajustes defensivos.
Su sistema más habitual durante su etapa en Elche y Getafe ha sido el 4-2-3-1, donde predomina la figura del mediapunta-enganche con la función de nutrir de balones a las bandas y al nueve. El doble pivote también ha sido una seña de identidad del entrenador durante su trayectoria como técnico, al igual que la defensa de cuatro.
En su etapa en el Elche, alternaba el 4-4-2 con el 4-2-3-1. Hombres como Pasalic y Mosquera actuaban de mediocentros, con jugadores como Adrián o Fajr en la mediapunta y dejando las bandas de Víctor y Garry Rodrigues. En ocasiones, sacrificaba a uno de los tres mediapuntas para formar con dos delanteros, siendo Cristian Herrera el elegido para acompañar a Jonathas.
En Getafe siguió apostando por la figura de Víctor Rodríguez, a quien se llevó para su proyecto. Jugadores como Juan Rodriguez, Lacen y Mensah se intercalaban en el doble pivote, mientras que Sarabia y Pedro León eran fijos en las bandas. Arriba, Álvaro Vázquez y Scepovic intentaban encontrarse con el gol. A veces uno en solitario, en contadas ocasiones los dos juntos.
La llegada a Villarreal significó aparcar momentaneamente su 4-2-3-1 para centrarse en el 4-4-2 que dejó el legado de Marcelino. El club castellonense tenía los cimientos instalados en el sistema con dos delanteros y el técnico valenciano quiso darle continuidad a lo trabajado anteriormente por el asturiano.
En esta última etapa, en su llegada al Celta, todo parece indicar que el 4-2-3-1 volverá a ser el sistema favorito del entrenador, más aún sabiendo que Aspas estará fuera unas cuantas semanas. Jugadores como Lobotka, Beltrán y Okay se disputarán las dos plazas en el doble pivote, por delante de una defensa de cuatro. La figura del mediapunta saldrá de la elección entre Brais, Boudebouz o Jozabed, mientras que las bandas quedarían para el mismo Brais, Boufal, Hjulsager o Sisto, hasta que vuelva Aspas.