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Lunes, 08 de octubre del 2018

The Perfect Machine

Machín aceptó el reto en verano: Coger las riendas de un equipo grande como es el Sevilla de los últimos 3 lustros y de seguir la senda de las victorias al que están acostumbrados sus aficionados. En pretemporada, los resultados eran los esperados, pero el juego no llegó a satisfacer del todo a los nervionenses y, debido a las habituales prisas del mundo del fútbol, comenzaron a escucharse las primeras voces críticas con el entrenador.

Empezo la Liga y los resultados no fueron los esperados. El punto de inflexión fue la derrota en el derbi ante un Betis que venía sin haber marcado ningún gol en liga y el vergonzoso 0-2 en el Sánchez Pizjuán ante el Getafe. A partir de ese momento el equipo despertó y vinieron los buenos resultados acompañados de buen juego y un ligero cambio táctico.

CAMBIOS TÁCTICOS
En las primeras jornadas, Machín se decantó por un 5-4-1, o un 3-6-1 si tenemos en cuenta que los carrileros pasan la mayor parte del tiempo en zonas de ataque que en defensa. Con el mismo esquema que utilizaba en Girona cosechó malos resultados a pesar del comienzo aplastante (1-4) que tuvo ante el Rayo Vallecano. Luego llegaron las derrotas ante Betis y Getafe hasta que tocó la tecla necesaria. Un cambio táctico que, principalmente, consistía en salir al campo con 2 delanteros, retrasar la posición del Mudo Vázquez y la inclusión del central Carriço en el eje de la defensa en detrimento del lesionado Mercado.

Once tipo del Sevilla antes del cambio táctico

 

Once tipo del Sevilla después del cambio táctico y las lesiones de Mercado y Escudero

Con esta disposición, los resultados y el juego mejoraron considerablemente y el equipo se convirtió en una maquina anotadora de goles, llegando a hacer 19 en 5 partidos (4 de liga y 1 de UEL). El momento clave para confiar en este cambio en el campo se materializó en el contundente 3-0 que le endosó a todo un Real Madrid en Nervión. Y es que nada une más a entrenador y afición como un gran resultado ante uno de los aspirantes a todo en cada temporada.

LATERAL IZQUIERDO
No todo iban a ser alegrías para el soriano en tierras hispalenses. Además de los primeros malos resultados cosechados, la posición de lateral izquierdo le dio muchos dolores de cabeza a Pablo Machín. Y es que la lesión de Escudero, hasta ese momento dueño y señor del carril, ha obligado al cuerpo técnico a probar a varios jugadores hasta encontrar la pieza perfecta.

Tras unas actuaciones dudosas de Arana, el primer “experimento” en el carril izquierdo fue Aleix Vidal, de vuelta a casa este verano después de su andadura por can Barça con más pena que gloria. Aunque diestro natural, puede desenvolverse con ciertas garantías en ambas bandas y si bien sus partidos no han sido destacables en su nuevo rol en este Sevilla de Machín, es cierto que parece no estar al 100% de forma física.

Finalmente y por suerte para el sevillismo, el citado Arana se encontró con su mejor versión. La promesa brasileña que llegó en el mercado de invierno y que hasta ahora no había tenido continuidad en el once. Las primeras impresiones con él en el campo son las manifiestas carencias defensivas pero, por el contrario, se le intuye gran habilidad en las facetas ofensivas. Los indicios aconsejan tener paciencia, pues solo tiene 21 años.

GRAN ESTADO DE FORMA
Será por la nueva disposición táctica, por la habilidad de Machín para sacar el máximo rendimiento a sus jugadores o, simplemente, porque el Guadalquivir pasa por Sevilla, pero hay una serie de jugadores que están en un gran estado de forma.

Banega: A nadie le es ajeno la tremenda calidad de este jugador, pero parece que Machín está sacando lo mejor del agentino y eso se traduce en un juego ofensivo muy rápido y con sentido, ya que todos los ataques pasan por sus botas.

Sarabia: Antes el equipo dependía de sus goles y de sus buenas rachas, ya que no es un goleador nato, pero ahora participa activamente en el ataque sin tener la responsabilidad goleadora. Su nueva función de nutrir a los dos delanteros en vez de a uno solo han hecho que se encuentre mucho más suelto en el campo.

Vázquez: Jugador como los de antes, algo lento en el arranque de sus carreras pero con la visión de juego que pocos poseen. Al retrasar algo su posición, le llegan más balones y eso es bueno para el equipo. La dupla Vázquez-Banega en el círculo central está dando muy buenos frutos en Nervión.

André Silva y Ben Yedder: Curioso caso el del portugués. No vino como “9” puro, que era lo que pidió en su momento el entrenador Machín, pero se ha ganado su puesto a base de goles, encontrándose en los puestos altos de la lucha por el pichichi. Al estar acompañado por un buen Ben Yedder, se encuentra mucho más libre en zonas de área rival y eso hace que tenga muchas oportunidades de gol.

Navas: El gran capitán del equipo. Allí donde haya un balón que disputar, un espacio que cubrir en defensa y en ataque, allí donde haya un balón que colgar al área con garantías, estará Jesús Navas. No solo ofrece futbolísticamente hablando, sino que aporta un carácter luchador al equipo que en ciertos momentos es necesario contagiar a sus compañeros.

Carriço: Gran reaparición del portugués que parecía olvidado en la enfermería. Nadie dudaba de su calidad pero las lesiones no le permitieron demostrarlo. Ahora está en un gran estado de forma y es de los mejores en la plantilla sacando el balón jugado desde atrás. Machín tendrá una difícil decisión cuando Mercado recibe el alta médica

Vaclik: Llego casi por la puerta de atrás tras la marcha de Sergio Rico este verano, pero a día de hoy nadie duda de que la portería nervionense lleva su nombre. Grandes actuaciones en la mayoría de partidos y en momentos muy importantes. Parece que el Sevilla ha encontrado dueño para el arco después de varios años esperando una figura como la de Palop.

Este nuevo Sevilla tiene muy buena pinta con Machin y, a día de hoy, es una máquina perfecta. Ya ha tenido su primera “evolución” desde que el soriano cogió las riendas de equipo de Nervión y eso nos dice que este entrenador no se cierra en una sola manera de jugar, sino que aprende de los errores muy rápido y parece saber qué tecla hay que tocar en cada momento, siempre dentro de su inamovible sistema con defensa de tres.

Los aficionados sevillistas pueden estar tranquilos con su entrenador y con su equipo, de momento, ya que todo indica que seguirán luchando por una plaza europea… otro año más.