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Cuando el periodismo deportivo se encuentra con la medicina
Siete años no son nada, pero el tiempo que llevamos en FútbolFantasy es suficiente para haber visto un mundo en el que, por norma general, quien está preparado para comunicar es apto para informar de todo, pero suele ser especialista en nada. Y hay excepciones, es obvio, como en todas las profesiones. Lo que diferenciará un gran periodista de un periodista común será la capacidad de informar de forma impecable sobre un hecho que ha ocurrido en un campo o materia que no es el suyo.
Me explico. El periodista se forma dedicando horas de estudio a la redacción, sociología, política, opinión pública, medios gráficos y demás asignaturas que utilizará en cualquier campo en el que se ponga a trabajar dentro de su profesión, pero en la facultad no profundizará en lo que realmente importa para informar a la perfección salvo que lo estudie por su cuenta. Y es aquí cuando, en ocasiones, aparece la desinformación.
En Fútbolfantasy no somos periodistas y se nota. Más bien, somos gente de ciencias y tecnología que analiza la información deportiva desde otro punto de vista muy diferente al que utilizan los medios de comunicación. Tal vez por eso no compartimos muchas de las formas que utiliza un periodista para informar y, además, nos damos cuenta de la infinidad de errores que se cometen en muchos medios de comunicación deportivos a la hora de redactar noticias que hacen referencia a la tecnología y ciencias. Más concretamente en dos campos de la medicina: la anatomía y la fisioterapia.
El ejemplo más grave y que más nos afecta lo encontramos cada vez que un medio de comunicación intenta predecir el tiempo de baja de un deportista que se ha lesionado, por el simple hecho de creer que puede comparar todas las lesiones si coincide la misma parte del cuerpo afectada. Durante estos años, hemos visto varias noticias en prensa escrita que intentaban adelantarse a la resonancia para determinar cuanto tiempo estará de baja el jugador lesionado, en un intento de saber más que el propio médico o fisioterapeuta. Y creednos, muy pocas veces aciertan.
Un esguince de tobillo, una rotura en el aductor o una lumbalgia no tienen el mismo periodo de baja en todos los casos, por lo que no hay que tener en cuenta lesiones anteriores para determinar cuanto tiempo necesitará para recuperarse. Los esguinces y las roturas musculares tienen grados de lesión y, dependiendo del grado y el tipo de rotura se necesitará un tiempo de recuperación diferente en cada caso. Además, es prácticamente imposible conocer ese grado de rotura sin hacer la resonancia magnética, entre 24 y 48 horas después de producirse la lesión, cuando la inflamación haya cesado.
La segunda situación más común que observamos cuando la prensa intenta adentrarse en el mundo de la medicina es cuando confunde nombres de músculos o huesos. ¿Cuántas veces habremos visto escrito en una noticia "el metatarsiano de la mano", o el "metacarpiano del pie"?, ¿cuántas veces hemos visto escrito "rotura en el recto" en lugar de rotura en el recto anterior? (no le deseamos lo primero a nadie). Y la más repetida, ¿cuantos periodistas escriben abductor en todas las lesiones de aductor?. Amigos periodistas, abductor y aductor son dos músculos completamente diferentes y, además, realizan funciones contrarias. Como dato orientativo, en el mundo del fútbol, el 99% de los fútbolistas ha sufrido molestias en el aductor, y solo el 1% en el abductor.
No sabemos si llegará el día en el que el periodista deportivo llegue a estudiar algo de anatomía y fisioterapia, pero no cabe duda de que sería muy recomendable tener una base, aunque sea estudiando por su cuenta, para evitar así caer en el abismo de la desinformación.