Miércoles, 29 de agosto del 2018

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Guedes como solución a los problemas

No hay duda que este VCF ha formado una gran plantilla para afrontar una temporada llena de retos ilusionantes: volver a ser competitivo en liga y acabar entres los cuatro mejores, pelear por el título de Copa y encarar el reto mayúsculo de la Champions sin ponerse límites. Con la vuelta del deseado Guedes, Marcelino tiene a su disposición un plantel de jugadores con casi todos los puestos doblados y bien cubiertos para que no ocurra lo del ejercicio pasado y el equipo no acuse la doble actividad semanal.

Pero también es cierto que el equipo no ha empezado dando las mismas sensaciones que en la temporada del debut del técnico asturiano, al igual que ha ocurrido en la pretemporada. Un punto mayor de relajación porque las ideas y el sistema ya están interiorizados por el grupo y, sobre todo, la dificultad para llegar por fuera en los dos primeros partidos han atascado el funcionamiento ofensivo del equipo, que únicamente ha encontrado lucidez con las apariciones de Rodrigo cuando busca zonas de recepción bien en banda bien a la espalda de los mediocentros rivales.

Carlos Soler, Piccini y Wass necesitan mejorar
El hecho de jugar con cuatro mediocentros a la vez y la escasa aportación ofensiva (y defensiva) de Piccini son factores determinantes en este sentido. Wass puede jugar en banda, de hecho así lo hacía en el Celta, pero no se caracteriza por su desborde ni por su llegada a línea de fondo y más jugando a la izquierda. Carlos Soler se adaptó muy bien el año pasado a esa posición, pero en este principio de campaña no se le ve tan fino. Y Piccini ha estado desconocido en estos dos primeros partidos. Fallón en defensa, errático en los pases y timorato en ataque. De hecho, no recuerdo ni una sola llegada a línea de fondo en los 180 minutos oficiales que lleva.

Guedes, la guinda
En este contexto la vuelta de Guedes es una bocanada de aire fresco. El luso es el ídolo de Mestalla porque da vértigo al juego. Encara, desborda, aguanta tarascadas, no se amedrenta ante nada y genera pánico en las defensas rivales. Justo lo que más necesita el cuerpo técnico valencianista para reactivar el ataque che. En este sentido, también puede ser relevante la creciente aportación de Cheryshev, que es un futbolista con recorrido por banda, de ida y vuelta y con buen disparo.

Otro de los detalles que también pueden mejorar al actual VCF, con la entrada en el equipo del luso y el ruso, es la aportación de goles de la medular, ya que ambos tienen facilidad ante el marco adversario y es fácil que lleguen a superar la decena de goles por temporada. Lógicamente el aterrizaje seguro de Guedes en el once y el posible de Cheryshev supone la salida de Wass, e incluso la de Carlos Soler. Ambos jugarán este año bastantes partidos en el medio centro dando respiro a Parejo y/o Kondogbia.

Otro de los aspectos a mejorar ofensivamente es la sincronización entre la pareja de delanteros. Rodrigo es el más lúcido y no tiene recambio, pero entre Mina, Gameiro y Batshuayi tiene que elegir uno. A Marcelino le gusta más Gameiro por su dinamismo y su velocidad, pero Mina está más adaptado al sistema y da un plus en presión y en balón parado. Y Batshuayi, de momento, parece un poco desorientado pero viene de hacer goles en Chelsea y Dortmund y a medio plazo puede ser el killer de este Valencia que promete grandes tardes de fútbol en la ribera del Turia.

Mariano Chumillas