Viernes, 20 de abril del 2018

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Dicen que nunca se rendía...

Aún siguen brillando las últimas 3 copas de la UEFA Europa League en las vitrinas del Sánchez Pizjuán, e igual de intacto sigue el orgullo enorme de cada simpatizante sevillista por los logros que han presenciado en los últimos 12 años. Y es que una Supercopa de España, una Supercopa de Europa, 2 Copas del Rey y 5 Copas de la UEFA Europa League dan para rebosar de satisfacción como aficionado.

Pero en estas dos últimas temporadas, y si no consiguen la Copa del Rey, han sido años en blanco en cuanto a títulos y los sevillistas empiezan a preguntarse dónde está ese Sevilla que lo dejaba todo en el campo hasta más allá del 90. Y es que, no sólo hablamos de hacer sitio en las vitrinas de Nervión, sino de una sensación generalizada del mal juego que se apodera del equipo en bastantes minutos de cada partido.

Lejos queda ese club que se crecía en las segundas vueltas disputando todos los objetivos y competiciones hasta el final de temporada. En ésta, vemos cómo se desinfla en juego llegando a ser irreconocible si lo comparamos con años anteriores. Analizamos las posibles causas:

EMERY PUSO LA SEMILLA...
El Sevilla de los últimos 5 años ha destacado por sus segundas vueltas del campeonato donde SIEMPRE mejoró las primeras vueltas en cuanto a puntos y/o trofeos en campeonatos como Copa del Rey o UEFA Europa League.

Así que, desde que llegó Emery, esta entidad se hizo cada vez más grande de lo que ya era, caracterizándose sus grandes partidos ante rivales superiores como Real Madrid o Barcelona a quienes no solo plantó cara, sino que consiguió victorias importantes. Y su estadio se transformó en un fortín casi inexpugnable para los visitantes, los cuales ya se les metía el miedo en el cuerpo antes del pitido inicial gracias al “partido” que jugaba su afición en cada encuentro. El primer escalofrío en los jugadores rivales les atravesaba el cuerpo cuando comenzaba a sonar “Cuentan las lenguas antiguas…”.

Si bien la Champions League fue el escollo a superar, los números de Unai Emery no tienen contestación: 3 Copas de la UEFA y una final de la Copa del Rey. En las dos primeras temporadas, el Sevilla mejoró en puntos, goles y clasificación en la segunda vuelta. En las otras dos, perdió tan solo un puesto en una y mantuvo su posición en la clasificación en su última temporada como técnico sevillista. Huelga decir que el técnico vasco NUNCA empeoró más de 6 puntos en comparación con las primeras vueltas. Y eso que en estas dos temporadas consiguió sendas UEFAs y llegó a la final de la Copa del Rey en una de ellas.

El nivel competitivo del Sevilla de Emery tiene poco que reprochar, siendo temible en competiciones por eliminación directa.

… SAMPAOLI SE OLVIDÓ DE REGARLA
Coincidencia o no, desde la llegada del técnico argentino, este Sevilla empezó a dar notas desafinadas en cuanto a juego y resultados. De hecho, en la temporada que estuvo Sampaoli, el equipo consiguió 12 puntos menos en el segundo tramo del campeonato liguero que al finalizar la primera vuelta. Y no es excusa que estuviera en varias competiciones a la vez porque fue eliminado en 1/8 de Champions a manos del Leicester e hizo lo propio en Copa del Rey ante el Real Madrid. Ni siquiera el gen competitivo que heredó de Unai Emery le valió al argentino para hacer una temporada satisfactoria que terminó con más sombras que luces.

Y LLEGARON BERIZZO Y MONTELLA
Berizzo aterrizó en el Sánchez Pizjuán con la intención de hacer reflotar a un Sevilla que parecía haber perdido la entidad. El técnico argentino no fue la única novedad en el proyecto que encabezaba Pepe Castro. Óscar Arias tuvo que dirigir un trabajo que Monchi había dejado con el listón muy elevado y tal vez fracasó en varias de sus incorporaciones.

La era Berizzo arrancó más resultadistista que convincente. El equipo empezó la temporada ganando partidos, pero ofrecía un juego pobre, sin estilo propio y con una política de rotaciones cuestionable. Todo estaba previsto y se veia venir, que en cuanto los resultados no acompañasen, Berizzo no tendría motivos para mantener el puesto. Destitución que acabó confirmandose con la entrada del año nuevo.

La llegada de Montella ha significado un cambio radical en la forma de llevar el equipo. De rotaciones excesivas a agotar un once de gala hasta la saciedad, mostrando flaqueza en la Liga tras un gran desgaste en Europa.

Es cierto que no es justo comparar al recién llegado técnico italiano con sus predecesores, porque aún le queda margen de mejora en las jornadas que faltan para acabar la segunda vuelta pero sí podemos compararlo, si tenemos en cuenta desde la jornada 20 a la 33 (última jornada disputada en el actual campeonato), quedando algo así:

Después de observar los datos podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que las dudas que presenta Vicenzo Montella son con fundamento. El peor Sevilla de la jornada 20 hasta la jornada 33 de los últimos 6 años en Liga

FALTA DE GOL
Pero sería injusto darle el mérito sólo a los diferentes entrenadores sin tener en cuenta a los goleadores que han hecho posible tantos logros para la entidad nervionense. Así, Unai Emery tiene mucho que agradecer a los delanteros con los que compartió vestuario, los cuales consiguieron la mayor parte de sus goles en la segunda vuelta. Negredo (25 goles), Gameiro (15), Bacca (20) y Gameiro (16) otra vez, consiguieron ser los líderes anotadores en sus respectivas temporadas. Sampaoli vio cómo Ben Yedder fue su pistolero con la escuálida cifra de 11 goles en toda la temporada liguera, un suspenso para cualquier delantero de un club que aspira a los puestos nobles de la clasificación.

Sin embargo, y lejos de terminar con la sequía goleadora del equipo, Montella sigue sin encontrar su killer en la punta de ataque, teniendo a Muriel con 7 goles a su mejor aliado en esta faceta. Tampoco le faltan competidores en esta mediocridad del gol como son Ben Yedder y Sarabia con 6 goles cada uno. La carrera por el pichichi del equipo se presenta como una competición en la que los participantes van adelantando posiciones en tanto en cuanto los demás se van tropezando en mitad del camino.

Por todo esto, y si sigue sin cambiar, parece que ese Sevilla FC de las grandes gestas y de los trofeos conseguidos a base de una mezcla perfecta de calidad y pundonor se está desinflando y no sabemos hasta cuándo va a perder los aires de grandeza… Pero nada de esto vale en una final. Mañana, el Sevilla tiene una oportunidad para cambiar las expectativas ante el todopoderoso Barcelona con todas las apuestas en contra. Porque el Sevilla es el Sevilla y tall y como dicen, nunca se rinde…

JUEGOS FANTASY
A pesar de empatar en Riazor, los de Montella aún mantienen opciones para ir a Europa la temporada que viene. Esto quiere decir que, a priori, conviene tener jugadores sevillistas en nuestros equipos hasta que las matemáticas nos den una bofetada de realidad. Este Sevilla tiene muy buenos jugadores para conseguir remontar la clasificación, pero destacamos algunos fijos en el once que debes alinear siempre que el equipo de Nervión tenga aspiraciones, a saber:

- Banega: Sin él, el ataque es poco incisivo. Si hay goles, habrán pasado por sus botas antes de llegar a la red.

- N'Zonzi: Tras sus desavenencias con el club, parece haber encontrado el camino correcto para ser un pilar fundamental en el centro del campo sevillista.

- Navas: Sin duda, el alma de este equipo. El único que es bien puntuado aunque el equipo pierda o juegue mal. Todo el espíritu competitivo y sacrificio de este equipo están encarnados en este jugador.

- Lenglet: Central más joven de lo que parece en el campo, con tan sólo 22 años ya es observado por varios clubes de renombre como el Barça.

- Sarabia: Jugador que comete muy pocos errores en el campo y que siempre aporta al equipo. Puede jugar en varias posiciones y eso lo hace casi titular indiscutible.