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Santi Mina, la energía que necesita el Valencia
En un momento de la temporada en que la plantilla del Valencia está justita de gasolina por la dinámica de dobles esfuerzos copa-liga, por las lesiones y por las molestias con las que juegan muchos de sus jugadores clave, el cuerpo técnico valencianista agradece especialmente las aportaciones extra de energía, de motivación y de despliegue físico. Algo en lo que Santi Mina va sobrado.
La influencia en el juego y el grado de confianza del gallego es cada vez más importante y está obligando a Marcelino a convertirlo en titular. También beneficiado lógicamente por la lesión de un indiscutible hasta la fecha como Rodrigo (tiene molestias en los isquiotibiales aunque su vuelta está cercana) y la actual falta de puntería y la pérdida de confianza de Zaza (no ha marcado desde el 9 de diciembre en Mestalla ante el Celta).
Los méritos de Santi Mina son incuestionables. Lleva 12 goles en lo que va de temporada, nueve en liga y tres en copa. En el campeonato de la regularidad cuenta con un promedio espectacular, puesto que las nueve dianas las ha conseguido en 1046 minutos de juego. O sea, un gol cada 116 minutos. Para ponernos en situación, Messi lleva un gol cada 100 minutos y Cristiano un gol cada 145 minutos. Además, ha anotado los últimos cuatro goles iniciales de los de Mestalla.
Pero Santi Mina es mucho más que faceta goleadora. Da un plus en la presión arriba porque no se cansa de apretar a la defensa rival; ayuda a sus compañeros porque no para de moverse en todo el flanco de ataque ofreciendo opciones a los poseedores de balón; y ofrece desmarques en jugadas a balón parado, porque su determinación en la búsqueda del espacio y del balón, sobre todo en el juego aéreo, no tiene nada que envidiar a los mejores de la liga. Certero ante el marco adversario, el 47% de sus remates va entre los tres palos.
Entre sus peros, le falta un poco de precisión cuando baja a recibir para devolver de primeras o cuando conduce en espacios abiertos (tiene un maestro de primera en Guedes) y que también le cuesta jugar de espaldas (en eso Zaza es mejor), pero todo lo suple con corazón y goles. Y hay que tener en cuenta que tiene 22 años. Con sus condiciones y su edad, tiene mucho margen de mejora y de crecimiento como futbolista.
Eso sí, Marcelino tiene una cosa clara. Tiene cuatro delanteros pero no a todos los combina por igual. Rara vez pone a Mina con Zaza, salvo condicionado por las circunstancias en forma de lesiones o descansos o en situaciones límite en finales de partidos. De hecho la pareja más utilizada por el técnico asturiano hasta el momento en la Liga es la de Zaza-Rodrigo, con 13 partidos; pero la segunda más recurrente es la de Mina-Rodrigo con siete titularidades; en menor medida está la elección Zaza-Mina que solo han iniciado juntos en dos ocasiones; y una vez Mina acompañó a Vietto.
A día de hoy y de cara a los juegos fantasy, Mina parece haber adelantado en el escalafón del cuerpo técnico valencianista a Zaza, un detalle que hay que tener en cuenta y que puede quedar confirmado en los próximos días cuando Rodrigo recupere su estatus de titular. Y es que con la vuelta a un partido por semana en la hoja de ruta de los de Mestalla, Marcelino se va a olvidar de rotaciones y va a apostar por un equipo tipo como hiciera en el primer tramo de la temporada para asegurar la plaza Champions, que tan importante es para el futuro de la entidad y para continuar la línea ascendente del proyecto.
Mariano Chumillas