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Con Seedorf emerge la figura del mediapunta
Clarence Seedorf será el tercer entrenador que dirigirá al Deportivo esta temporada. Tras los fracasos de Pepe Mel y Cristóbal Parralo, el ex-jugador holandés de Real Madrid y Milán se encargará de dirigir un equipo sumergido en los puestos de descenso, a tres puntos de la salvación y con el objetivo de cambiar una dinámica que tocó hondo en Anoeta, tras el estrepitoso 5-0 ante la Real Sociedad.
La carrera de Seedorf como entrenador es más bien escasa, hecho que genera dudas entre la afición deportivista, que teme que este movimiento pueda ser el que hunda definitivamente al club gallego en el abismo de segunda.
El nuevo técnico dirigió al Milan en 2014 durante 22 encuentros, no lográndolo clasificar para la Europa League. Tras su experiencia en la Serie A, tan solo el Shenzhen de la segunda división china se interesó en hacerse con sus servicios, que duraron otros 13 encuentros. Desde entonces, Seedorf se encontraba en el paro, hasta que Tino llamó a su puerta.
En FútbolFantasy, tal y como solemos hacer con las llegadas de los nuevos entrenadores, trataremos de descifrar cuales son sus preferencias tácticas y su filosofía de juego, para avanzarnos a la hora de prever el primer posible once de la próxima jornada e interpretar sus posibles ideas al elegir sus jugadores.
ETAPA EN EL MILAN
Seedorf firmó su primer contrato como entrenador en enero del 2014 en sustitución de Massimilano Allegri, entrenando así la escuadra rossoneri hasta final de la misma temporada. Durante este tiempo dirigió a su equipo en 22 encuentros, con un bagaje de once ganados, dos empatados y nueve perdidos (28 goles a favor y 26 en contra). Cayó en Coppa ante Udinese y en Champions ante el Atlético de Madrid en una abultada derrota.
Modificó el 4-3-1-2 que proponía su antecesor para introducir jugadores por bandas a pierna cambiada, manteniendo la figura del mediapunta y limitando la delantera a solo un jugador, pasando así al clásico 4-2-3-1. De esta forma, movió a Robinho al costado izquierdo, situó a Kaká en una zona más centrada y el fichaje del zurdo Keisuke Honda (que no podía jugar Champions) completaba el ataque por la derecha, los tres por detrás de un irregular Balotelli. En el doble pivote, Montolivo dirigía el juego, mientras que De Jong se encargaba de la destrucción.
A Seedorf le gustaban los laterales que ofrezcan una limitada libertad ofensiva y daba preferencia a la solvencia defensiva, motivo por el cual prefería a De Sciglio antes que a Abate por la derecha e incluso llegó a colocar a Bonera de lateral más adelante. Por la izquierda Emmanuelson empezó la era Seedorf como titular, aunque luego perdería el puesto por Constant. Como pareja de centrales se asentó Rami al comienzo, pero los malos resultados entrado el mes de febrero provocaron un baile de jugadores en el que aparecieron hombres como Bonera, Zapata, Mexès o Zaccardo.
También a raíz de los malos resultados, Kaká empezo a desplazarse a la banda izquierda, dando entrada a Poli en la mediapunta, que ayudaba más a los mediocentros a la hora de recuperar balones. En la delantera desaparecía cada vez más la figura de Balotelli, mientas que Pazzini se colocaba como el titular.
Ya a finales de marzo, el Milan volvió a la senda de la victoria gracias al reajuste de varias piezas a su posición inicial. Kaká volvía al centro, Robinho a la izquierda (intercambiando titularidades con Taarabt) y Balotelli en punta, dejando la derecha para un inamovible Keisuke Honda. Rami y Mexès se consolidaban como pareja de centrales, mientras que la lesión de Montolivo daba minutos a Muntari como pareja de Nigel De Jong en la medular. Constant ganaba la partida a Emmanuelson en el lateral izquierdo y Bonera aparecía como alternativa defensiva al lateral derecho. Abbiati permanecía intacto en la portería. Con esta formación, el Milan registró hasta cuatro victorias consecutivas.
Ya en abril, Montolivo volvía de lesión para devolver a Muntari al banquillo y Balotelli demostraba de nuevo su intermitencia e indisciplina, permitiéndole a Pazzini recuperar terreno perdido y partidos como titular. Poli y Robinho alternaban minutos en la izquierda, mientras que Abbiati; Bonera, Rami, Mexès, Constant; Montolivo, De Jong; Honda y Kaká se convertían en intocables.
En el último mes de competición, Abate y De Sciglio volvían a alternar titularidad en el lateral derecho, donde Bonera se había hecho un hueco y coincidiendo con una nueva mala dinámica de resultados. Seedorf empezó a mover el sistema hacia un 4-3-1-2 para tratar de revertir la situación, colocando un trivote formado por Muntari, De Jong y Montolivo, centrando la posición de Honda como enganche y dando más libertad a Kaká y Balotelli o Pazzini como delanteros. A pesar de la última victoria ante el Sassuolo, el equipo no logró clasificarse para competición europea y Seedorf fue destituido y sustituido por Filippo Inzaghi.
SHENZHEN, SEGUNDA AVENTURA
Su segunda etapa en los banquillos la tuvo en el Shenzhen FC de la segunda división china (del 7 de julio de 2016 al 4 de diciembre), al que dirigió únicamente durante 13 encuentros (tres victorias, cuatro empates y seis derrotas con 16 goles a favor y 24 en contra).
Seedorf tuvo menos me medio año para lograr el objetivo del ansiado ascenso a la élite del fútbol chino, algo que no logró, acabando noveno y siendo remplazado por el sueco Sven-Goran Eriksson.
Hay pocos datos acerca de su etapa en China y los perfiles de los jugadores son poco precisos, por lo que no entraremos en detalles.
NUEVA ERA: DEPORTIVO
Está claro que Seedorf no se encontrará con una plantilla similar ni parecida a la que se encontró en Milán y puede que sus ideas como entrenador hayan cambiado durante estos cuatro años. Pero si una cosa parece clara es que no es un hombre que cambie de sistema según el rival o la situación, sino que tiene sus ideas fijas y espera a que las cosas vayan realmente mal para buscar una alternativa.
Lo más destacable de la era Seedorf con el Milan es sin duda la figura del mediapunta, en el que Kaká durante toda la segunda vuelta, Honda al final y Poli en momentos puntuales han ido ocupando. En la mayoría de encuentros, esta posición carecía de obligaciones defensivas, limitándose únicamente a hacer la función de enganche, buscar desmarques y dar el último pase. Mirando la plantilla actual del Deportivo, solo un hombre sería capaz de hacer esta función: Emre Çolak.
Si las bandas siguen jugando a pierna cambiada, todo parece indicar que Adrián haría el papel de Robinho y Cartabia, zurdo y con tendencia a jugar hacia el centro, sería el equivalente a Honda por la derecha. Teniendo esto en cuenta, tan solo habría un hueco para Florin o Lucas Pérez.
En la medular, Seedorf solía combinar un organizador con un destructor, aunque tampoco era difícil ver a dos destructores. En este sentido, Borges o Krohn-Dehli podría realizar tareas de organización, mientras que Guilherme sería el ideal para la recuperación, dejando en el aire la situación de Mosquera y Valverde.
En defensa, el técnico podría decantarse por Bóveda si busca equilibrio defensivo (recordándo la etapa de Bonera como lateral) y teniendo en cuenta que Luisinho ya sube lo suficiente como para que Juanfran también deje descubiertas sus espaldas. Schär y Sidnei, cuando se recupere, no deberían tener problemas para asentarse en el eje de la zaga. La portería sería un capítulo aparte.
Tomy Gavaldá