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Domingo, 04 de febrero del 2018

Matías Aguirregaray, raza y carácter al servicio de Paco

La dirección deportiva de la U.D. Las Palmas ha tenido que enfundarse el mono de trabajo durante este mercado invernal, hacer muchas horas extras en la oficina y comprobar que el fax estaba correctamente enchufado y con papel de sobra en la bandeja, prácticamente a diario, para evitar sorpresas de última hora. El objetivo, revertir la delicada situación que está sufriendo el equipo en lo deportivo, que está ofreciendo una imagen lamentable y se ha consolidado en los puestos de descenso a segunda división, por no hablar de la crisis institucional.

Con el plazo ya finalizado para inscribir jugadores en esta ventana de mercado, siempre a coste cero o en forma de cesión, como siempre discutible, podríamos decir que no se ha reforzado mal el equipo, que ha incorporado algunas piezas interesantes como Peñalba, Nacho Gil, Etebo, Emenike, Gálvez o, el protagonista de este artículo, Matías Aguirregaray, apodado “El Vasco”. 

Matías es un carrilero uruguayo de 28 años (1 de abril de 1989) aunque nacido en Brasil y con doble nacionalidad española. Llega en calidad de cedido hasta el 30 de junio, procedente del Tijuana de Méjico con una opción de compra y ocupará la plaza que ha dejado libre la salida de Borja Herrera, cedido al Valladolid hasta final de temporada. Llega avalado por Jémez, que lo conoció durante su estancia en la Liga Mexicana mientras dirigía al Cruz Azul, habiéndose enfrentado a él en dos ocasiones.

TRAYECTORIA
Es un auténtico trotamundos del fútbol, nunca ha llegado a jugar más de tres años seguidos en un mismo equipo y en su currículum está muy claro que no le importa cambiar de residencia por trabajo, algo a lo que está más que acostumbrado y le ha permitido jugar en seis países diferentes a lo largo de su carrera. Ha sido internacional absoluto con Uruguay en 6 ocasiones y ha ganado el campeonato uruguayo con Peñarol tres veces.

Después de su primera etapa en Peñarol, comienza su aventura europea en España con una intención administrativa, así que decide subir y bajar la banda en el Terrassa, un mero trámite. Posteriormente decide irse a Italia para fichar por el Palermo, en donde juega toda una temporada (2011-2012) y deja buenas sensaciones, las cuales le valen para firmar por el Cluj de Rumanía. Sin embargo, la liga rumana no fue de su agrado o no llegó a adaptarse del todo, así que hizo las maletas y cruzó de nuevo el charco para comenzar su segunda etapa en Peñarol, en donde consigue ser campeón por segunda vez (2012-2013). Decide entonces irse a Argentina, en donde juega dos años para Estudiantes de la Plata (2013-2015), vuelve a Peñarol la temporada siguiente (2015-2016) para ser de nuevo campeón y regresa a Estudiantes (2016-2017), antes de probar suerte en el Tijuana de Méjico (2017-2018), liga en donde los destinos de Paco Jémez y El Vasco se cruzan, sin saber todavía que en un futuro, no muy lejano, se encontrarán en el mismo camino luchando por la quimera de salvar a la Unión Deportiva de la catástrofe.

DEMARCACIONES
Su posición natural es la de lateral derecho, según él mismo ha confirmado, es en donde se siente más cómodo y en la que se presupone rendirá a mayor nivel. Sin embargo, puede desenvolverse igualmente como lateral izquierdo e incluso una alternativa válida en el caso de que Jémez prefiera utilizar defensa de tres, ya que, a pesar de no haber jugado nunca como central, sí ha formado parte de una defensa de tres en alguna ocasión, aunque esta opción no parece ser muy factible a día de hoy, sobre todo por la fragilidad defensiva que está demostrando el equipo actualmente.

Como buen carrilero nacido en Brasil, cabe destacar su proyección ofensiva, la cual le ha permitido marcar 21 goles a lo largo de su carrera, pero es bueno también en la marca, ya que en su ADN viene de fábrica la raza uruguaya. Tiene llegada, potencia, es tácticamente solvente y con envergadura, de calidad escondida, como disimulada, capaz de robar un balón, tropezarse y hacer una ruleta en esa misma jugada cuando recupera el equilibrio. Un jugador con garra, desconocido para muchos, pero con personalidad y carácter; sin duda aportará experiencia en la zaga.

COMPETENCIA
Lo normal, es que Matías juegue como lateral izquierdo en la UD, puesto que Dani Castellano no está, ni en cuerpo ni en alma, y Michel Macedo parece que será el dueño de la banda derecha cuando se recupere definitivamente. También puede jugar como medio centro, pero no creemos que lo veamos en estas labores. Cuanto menos, la llegada de Matías aumentará la competencia en las bandas.

CONCLUSIÓN
A priori llega como un auténtico desconocido para el fútbol español, pero cuidado, el aval de Jémez tiene mucha importancia y así lo han demostrado hombres como Peñalba o Gálvez. Peticiones del técnico que han entrado directamente en el once sin pasar por ningún tipo de periodo de adaptación. Con Aguirregaray podríamos tener algo similar en el carril zurdo de la defensa. Un hombre al que Paco ha estado esperando desde su llegada.