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Viernes, 26 de enero del 2018

Gareth, la última esperanza

El regreso de Gareth Bale no solo supone la vuelta a los terrenos de juego del delantero más en forma del Real Madrid, sino que es además el regreso de la extinta y aciaga BBC, que antaño rivalizaba con la ya desaparecida MSN por demostrar que tridente era el mejor del mundo. Es por consiguiente, la vuelta de nuevo al sistema de juego preferido y el más utilizado por el ya cuestionado técnico francés, el 4-3-3.

Gareth Bale es, a pesar de pasarse la mayoría de la temporada en el dique seco, el clavo ardiendo al que se agarran los madridistas (incrédulos por la sorprendente campaña nefasta que está protagonizando su equipo) y también su entrenador, quien ve en el galés esa bocanada de aire fresco que necesita su equipo, sobre todo ahí arriba, donde meter un gol se ha convertido en numerosos partidos en una misión casi imposible (Deportivo al margen).

Al Real Madrid le falta frescura, velocidad, desborde, mordiente... y todas estas cualidades son precisamente, si las lesiones le respetan ya de una vez, las que posee Gareth Bale. El galés es un jugador eléctrico, de enorme zancada y, además, es un grandísimo rematador de cabeza, pues suele ganar todos los balones por alto. Sus números en liga son irrefutables: de 9 partidos jugados en Liga, 6 goles.

Bale demuestra un gran estado de forma. No obstante, debido a las continuas lesiones es un jugador al que hay que dosificar constantemente. Es muy prematuro aún para que dispute 3 partidos consecutivos y, a medida que vaya cogiendo confianza y libere ese pequeño temor a volver a lesionarse, su participación será más que obligada y necesaria para que la BBC vuelva a meter miedo a sus rivales.

Son muchas las lesiones que han lastrado e interrumpido su trayectoria merengue. Cuando mejor estaba, es cuando se lesionaba. Existen ciertas teorías, como que todo se origine desde su cabeza. U otras como que debido a su estilo personal de juego, es muy propenso a las lesiones. Lo que de momento parece claro es que ahora, afortunadamente, da la impresión de que eso ha quedado atrás. Recemos.

La BBC
Cristiano y el Real Madrid le necesitan imperiosamente. El increíble desacierto del equipo blanco esta temporada de cara a puerta necesita de un plus más de velocidad, un empujón, un cambio y eso hoy en día se refleja claramente en el concurso del galés.

Su contribución al juego estático, plano, espeso en el que se encuentra el equipo necesita de su presencia. Bale, además, también hace jugar al equipo como así lo demuestran sus 5 asistencias en los 15 partidos oficiales disputados hasta la fecha en todas las competiciones. Incluso Benzema se verá beneficiado de su regreso. Todos ganan y todos suman. El 4-3-3 emerge de nuevo en la mente de Zidane.

Es casi probable que la falta de puntería desaparezca con el concurso de los tres delanteros. Y si hay quién piense que la entrada en juego de otro jugador en punta pueda perjudicar la sala de máquinas del Real Madrid y que las tareas defensivas no las hará ya nadie, tan solo hay que echar la vista atrás y recordar que con este sistema de juego se han ganado tres Champions (dos de ellas con el galés como titular) y 1 Liga.

Pasado reciente
Bale participó enormemente en la consecución de dos Champions marcando un gol en cada final (uno en la tanda de penaltis). Y como no olvidar el gol que dio el triunfo en la final de la Copa del Rey ante el Barça, dando muestras de su gran arranque e increíble velocidad. Ese es el Gareth Bale que todos esperan ver de nuevo.

Los madridistas no han podido disfrutar al máximo del “expreso de Gales” al igual que el club, que apostó fuertemente por él, desembolsando cerca de 100 millones de euros en unas duras negociaciones con su anterior club. El Real Madrid ha demostrado en varias ocasiones tener una paciencia y una confianza en él absoluta incluso llegando a rechazar cualquier propuesta de traspaso. Es hora de que Bale devuelva al club esa fe ciega en él con goles, lucha y entrega.

Actual temporada
Este curso tan solo lo ha podido demostrar en pocas ocasiones, cuando las lesiones se lo han permitido. Ante el Celta de Vigo obtuvo un doblete y en su último partido, ante curiosamente otro equipo gallego, el Deportivo, también obtuvo un doblete. Es vital que coja confianza y seguridad en sí mismo.

A falta de fichajes invernales, Bale, si no vuelve a lesionarse, se postula como “el fichaje de Invierno”. De hecho el pasado domingo cuando fue sustituido, el público del Bernabeu le agradeció su participación y esfuerzo con una sonora ovación; una de las pocas que se ha llevado desde que aterrizase en Chamartín. Pero todo este estado de euforia y satisfacción en torno a Gareth Bale es totalmente opuesto ahora con la otra cara de la moneda. Para que el galés tenga minutos, otro jugador tiene que salir. Y éste no es otro que el malagueño Isco.

Isco, el sacrificado
El de Benalmádena no pasa por su mejor momento. Si hasta hace poco en el juego triste del equipo en general él era la alegría que aportaba algo de luz al equipo, siendo normalmente uno de los más destacados, actualmente se ha dejado llevar por la pésima corriente generalizada y se ha contagiado por inercia de la oscuridad que envuelve a los pupilos de Zizou, favoreciendo así a que sea habitualmente el primer cambio del técnico francés.

Últimamente Isco se pierde y se enreda en sus propios regates y es evidente que la inminente puesta en escena del astro galés le está mermando moralmente y ya no tiene la misma confianza de antes.

La última bala
Tras la debacle en Copa ante el Leganés, con Bale en la grada, y con la Liga prácticamente sentenciada, el momento crucial de la temporada llega más pronto que ningún otro año, en febrero, en los Octavos de final de la Champions League. La BBC contra la MCN . Benzema, Bale y Cristiano contra Mbappé, Cavani y Neymar. Real Madrid contra Paris Saint Germain en el duelo entre dos de los mejores equipos y más poderosos del mundo.

El tridente blanco quiere ser de nuevo el que era. Un tridente que por las continuas lesiones que sufrían sus integrantes fue diluyéndose poco a poco como un azucarillo en una taza de café. Hoy, esos posos quieren de nuevo hacer historia contra un nuevo tridente futbolístico. Veteranía contra inexperiencia (su primer año juntos). El partido promete ser todo un espectáculo y es un partido en el que Bale tiene la oportunidad de reconciliarse definitivamente con su público. Demostrar al mundo que es uno de los mejores jugadores y que por algo fue el último mohicano (galáctico) de la etapa de Florentino.

David Román