Autor

Jueves, 11 de enero del 2018

Alberto Bueno busca su versión rayista. Capítulo 3

Por fin, este martes 9 de enero, a media tarde, el Málaga CF confirmó la incorporación de Alberto Bueno hasta final de la presente temporada, después de que el jugador llevase literalmente desde el año pasado en la ciudad y con el reconocimiento médico superado, esperando que el propietario confirmase la operación.

PASADO RECIENTE
El madrileño es un futbolista al que Míchel ya ha entrenado con anterioridad
. En concreto, fue el preparador que le hizo debutar en Segunda División cuando estaba al mando del Real Madrid Castilla, en la temporada 2006/2007, en la que intervino en 31 encuentros y anotó dos tantos. Una aportación que no pudo evitar el descenso de categoría, que provocó la salida del equipo de Míchel pero no de Alberto Bueno, que aún se desenvolvería con el filial madridista en Segunda B dos campañas más, siendo especialmente sobresaliente la última de ellas (2008/2009), con 16 goles marcados y debut en el primer equipo del Real Madrid incluido, en el que figuró en tres jornadas consecutivas en torno a la mitad de la primera vuelta.

Después, cuatro campañas en el Real Valladolid (una de ellas cedido en el Derby County, de la segunda inglesa); dos con el Rayo Vallecano en Primera (las dos mejores de su carrera hasta la fecha, con 11 y 17 goles marcados respectivamente en cada una de ellas) y un fichaje por el Oporto en verano de 2015 que supuso un importante paso atrás en su carrera, unido además a una lesión de menisco que le mantuvo cinco meses parado. La pasada campaña militó primero en el Granada CF y después en el CD Leganés, y ahora llegará a Málaga tras haber estado marginado en el Oporto, club con el que aún tiene contrato hasta 2020 y que le ha tenido sin competir y entrenándose con el equipo filial. Bueno tendrá la tercera oportunidad en tres años de volver a parecerse a aquel jugador peligroso que militaba en las filas del Rayo.

APORTACIÓN AL MÁLAGA CF
Nos encontramos ante un delantero de grandes cualidades técnicas, al que de entrada favorecen los planteamientos ofensivos. Por eso encajó tan bien en el Rayo Vallecano de Paco Jémez o, de forma más intermitente, en el Real Valladolid de Djukic.

No es excesivamente alto (algo menos de 1,80) ni corpulento, por lo que está lejos de basar su futbol en lo físico o de interpretar un papel de simple rematador con recorrido limitado en el campo. Esto no quiere decir que no pueda jugar como nueve de referencia, puesto que también puede hacerlo y de hecho es posible que en el Málaga le toque hacerlo, pero sí que su posición más natural sería la de segundo punta en esquemas con dos delanteros, o la de mediapunta avanzado si el entrenador prefiere situar una sola pieza netamente ofensiva.

Suele escorarse a las bandas para sorprender, pivotar de espaldas al marco o incluso apoyar la fase final de creación de juego, antes que permanecer estático o restringirse a que el equipo cree jugadas para que él proceda a su culminación. Por ello no es descabellado pensar que pueda alinearse de extremo incluso, jugando el equipo además con otros dos delanteros o con un nueve y un mediapunta aparte de él, como ya ha sucedido en algunos episodios de su carrera.

No obstante, al margen de estas consideraciones puramente técnicas, hay que tener en cuenta un aspecto más personal que puede jugar en contra de Alberto Bueno: no es un jugador con carácter. El Málaga está muy mal, y quizá necesite para salir de su preocupante situación, por encima de todo, un futbolista temperamental, que motive a los demás, que los saque de la indolencia. Y siendo un gran profesional, que lo es, el canterano merengue no encaja en absoluto en este perfil, por lo que todos los aspectos positivos de su juego podrían quedar oscurecidos debido al bajo nivel colectivo.

BUENO EN UN 4-4-2
Míchel, que lo conoce bien, será quien decida dónde acomodarlo de tal forma que ofrezca al equipo la mejor contribución posible. El Málaga cuenta en estos momentos con otros cuatro atacantes: Borja Bastón, Peñaranda, En-Nesyri y Rolan. El uruguayo es quien parece haber tenido las cosas más claras con vistas al gol en lo que llevamos de campaña, pero ahora estará fuera unos cuantos partidos, siguiendo un tratamiento conservador en principio, aunque quien sabe, si éste no da resultado, si acabará perdiéndose toda la segunda vuelta.

Los otros tres están muy lejos de su mejor nivel (pese a que Peñaranda, por ejemplo, acumule once titularidades consecutivas en estos momentos), por lo que no se podría hablar de la llegada de Bueno como una desventaja para ellos, ya que lo que más les está perjudicando es su propia incapacidad. Antes al contrario: quizá la presencia de Bueno jugando junto a Borja Bastón, por ejemplo, puede hacer que el ex jugador del Swansea encuentre más opciones de ver portería, siempre que entre ambos logren llegar a un buen punto de asociación. Porque el Málaga es el equipo menos goleador de Primera hasta la fecha, y lo que necesita ante todo es gol.

EVOLUCIÓN AL 4-3-3
Una posible evolución del sistema de Míchel al 4-3-3 permitiría a Alberto Bueno arrancar desde alguna de las dos bandas. En los últimos partidos, Koke, Chory y Ontiveros se han repartido los minutos ocupando las bandas en el 4-4-2, pero un paso al 4-3-3, con la presencia de un trivote en el centro del campo, permitiría a Míchel a utilizar extremos más liberados de responsabilidades defensivas, creando un ecosistema ideal para Alberto Bueno, ya sea en banda derecha o izquierda. En este caso, Koke, Ontiveros o Chory serían los sacrificados.

QUÉ PUEDE APORTAR A NUESTROS EQUIPOS FANTASY
Alberto Bueno puede ser un jugador recomendable para los juegos fantasy, especialmente si aparece en el mercado de nuestras ligas justo después de incorporarse, ya que no es previsible que parta de un valor de mercado muy alto.

Después, lo previsible es que cuente con bastante protagonismo, pero decidir alinearlo en nuestra escuadra conlleva dos riesgos principales. Uno, el de no saber en qué forma física pueda encontrarse. Míchel ha dicho en rueda de prensa que está para competir ya, y por eso ni él ni nadie entiende que haya tardado tanto en poder incorporarse cuando ya hacía muchos días que se le había fichado oficiosamente, pero lo cierto es que viene de no jugar ni un solo encuentro oficial esta campaña y de la dinámica de entrenamientos de un conjunto de la Segunda Liga portuguesa como es el filial del Oporto (aunque marcha líder), por lo que su fichaje tiene mucho de incógnita. Y dos, el desastroso nivel general del Málaga esta campaña, con jugadores a la baja y muy poco rentables, contexto en el que también puede acabar inmerso el nuevo delantero madrileño.