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Llega la era Parralo: día 1 después de la Copa
Pepe Mel ya venía advertido. Salvó un match ball contra el Getafe en Riazor, el empate contra el Eibar en Ipurua le dio unos días más de margen, pero la derrota en casa contra el Girona y, sobre todo, las dudas crecientes sobre el devenir del equipo han terminado con su cese. Se puede decir que era la crónica de una muerte anunciada.
Ante esta situación, la directiva del Depor ha mirado dentro de la casa y apuesta por una solución interna. Se ha valorado de forma muy positiva el trabajo realizado por Cristobal Parralo en el Fabril. Además se ha considerado que el hecho de conocer la casa, facilita la labor de integración inmediata ya que el club no está para dejar pasar ni una jornada más.
Cristobal Parralo como jugador cuenta con una dilatada experiencia en la élite del fútbol, más de 450 partidos en primera división e internacional con la selección española le avalan. Se inició en la cantera del Barcelona y militó en clubes como el Oviedo, Logroñés, Español y París Saint Germain donde se acabó retirando.
Como entrenador se inició a las faldas de Luis Fernández en el Espanyol y con José Antonio Camacho en el Benfica. Sus primeras experiencias en solitario las vivió con el Santa Eulalia en segunda B y el Girona en segunda, pero no fueron del todo exitosas. Posteriormente pasó cuatro temporadas en el Damm, un club de cantera en Barcelona, y acabó recalando en 2016 en el filiar deportivista.
En el Fabril aterrizó con Manjarín y Manuel Pablo, grandes conocedores de la casa, y desde el principio hubo una gran sintonía entre todos. En la primera temporada se logró el ascenso a segunda B y en esta segunda deja al equipo líder de su grupo. A esto hay que añadir que no han sido solo resultados.
La principal razón que ha hecho engancharse a la afición con el Fabril ha sido el juego. Cristobal desde el principio apostó por un fútbol alegre donde le gusta llevar la iniciativa. Presión alta, intensidad, posesión y jugadas combinativas en campo contrario han sido el denominador común del filial y con estas ideas ha llegado a la plantilla del primer equipo. En esta nueva etapa sigue acompañado de Manjarín y dejan a Manuel Pablo en el filial. Ahora hay que ver si consigue trasladar estos conceptos al campo jornada tras jornada.
De entrada no se ha mostrado preso de un sistema de juego, ha reconocido que se adapta a las virtudes de su plantilla, y por lo visto en el primer partido de copa parece que el 4-2-3-1 puede ser la primera apuesta.
Hasta aquí podríamos decir que seguimos escuchando el mismo discurso que venimos oyendo desde que en julio se iniciara la pretemporada, y es verdad que Pepe Mel siempre se vió identificado con estas premisas. Por tanto el trabajo para cambiar el rumbo tiene que incidir en otros aspectos como puede ser la actitud y estado anímico de la plantilla.
Primer partido oficial para olvidar: la Copa
En el primer partido oficial se han visto muestras de esto. Se empezó bien el partido, pero el primer contratiempo llevó al traste todo lo preparado. En menos de media hora se perdía 0-2 y un jugador expulsado por no estar 100% concentrado en el partido. Fallos defensivos graves, muchas dudas que penalizan a los jugadores y los alejan de su mejor nivel, es decir, que el trabajo pasa por devolver la confianza a la plantilla para que cada uno de los jugadores vaya mejorando su nivel y de esta forma se vea beneficiado el grupo.
A empezar de cero
Con este panorama por delante, vemos muchas incógnitas: ¿apostará Cristobal por los mismos jugadores ganándose su confianza? ¿buscará revulsivos y hará cambios en puestos donde los jugadores no están al nivel esperado? ¿tirará de canteranos que bien conoce?
La portería es una incertidumbre: la primera apuesta ha sido Tyton pero contra Las Palmas no ofreció ni de lejos su mejor versión. En defensa quedan señalados Juanfran y Sidnei sobre todo. Hay jugadores que hasta ahora han sido importantes y descansaron en copa como Luisinho o Fede Cartabia, ¿volverán en liga?. Hay que ver si Emre Çolak y Fede Valverde cogen una presencia relevante y habitual en los onces titulares. Arriba está por ver si junta a Lucas Pérez y Andone, o si los va alternando, a la espera de que se recupere Adrián.
Es decir, que seguiremos muy pendientes de las decisiones de Cristobal y su cuerpo técnico, y veremos si son capaces de sacar todo el fútbol que se supone que hay dentro de esta plantilla.