Viernes, 15 de septiembre del 2017

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Los fantasmas de una planificación incompleta

La inesperada baja por lesión de Benzema ha provocado que se enciendan las alarmas en la casa blanca, tiñendo de sombras e incertidumbre el futuro más inmediato en cuanto a goles se refiere. El mes largo que presumiblemente estará fuera de los terrenos de juego el francés unido a la baja por sanción de Cristiano Ronaldo (que cumplirá su cuarto partido de baja en Liga), dejan más que mermada la delantera merengue en este arranque de temporada, haciendo trizas la famosa BBC.

Benzema, que a pesar de no ser un delantero centro nato y que permanentemente está en el ojo del huracán promedia una media de 14 goles por temporada solo en la liga española, además de lo que aporta al equipo: desborde, movilidad, desmarques, asistencias… Son por ejemplo datos que Bale o Borja Mayoral difícilmente pueden ofrecer hoy en día. Y es aquí donde se abre el debate. ¿Quién debe de ocupar la vacante del francés? ¿Está preparado realmente Borja Mayoral para cargar con el peso goleador del equipo? ¿Y si por fin ha llegado la hora de Bale? ¿Ha llegado el momento de enterrar por siempre el clásico 4-3-3 merengue?

Este verano hemos asistido un día sí y otro también a una procesión de nombres de delanteros para sustituir la delantera blanca, huérfana, tras los traspasos de Morata y Mariano. Álvaro Morata, que no olvidemos tenía claro salir del Real Madrid si o si en busca de más minutos para poder disputar con plenas garantías el próximo Mundial de Futbol, sometía a Benzema a una rivalidad sana constante y exigía al francés a dar lo mejor de sí, logró la desdeñable cifra de 15 goles en 26 partidos de liga, mucho de ellos desde el banquillo. Mariano por su parte, gozaba del reconocimiento del público del Bernabeu por su entrega y lucha incansable consiguiendo 5 goles en 14 partidos totales repartidos en tan solo 300 minutos.

Posibles soluciones
Si nos atenemos al sistema del 4-3-3, Borja Mayoral, a pesar de que cuenta con la total confianza de Zinedine Zidane, resulta ser todo una incógnita. Tiene la oportunidad de demostrar en el campo que no hay que echar de menos a los que se fueron y tiene ante sí la ocasión de manifestar en el campo que ya no es una joven promesa. Sabe bien que no se trata solo de meter goles; hay que gozar de oportunidades, crear y participar de ellas. En esta pretemporada ha logrado marcar dos goles en dos amistosos. Y tal y como se vio en el Trofeo Santiago Bernabeu, también goza del beneplácito de la afición merengue. Su juventud y escasa experiencia en partidos de mayor índole hacen que se dude de su rendimiento, si realmente está preparado para soportar con toda la presión que se le viene encima, además de tener en sus botas la responsabilidad de hacer olvidar a los predecesores delanteros suplentes. Sin embargo el hecho de que sea tan solo el único delantero centro de la plantilla hace que suba enteros su participación en la complicada decisión del técnico francés por sustituir a Benzema.

Bale: tiene ante sí una nueva oportunidad de reivindicarse y de demostrar que es un jugador apto para el Real Madrid. Es el que más papeletas tiene para formar junto a Cristiano Ronaldo (su vuelta es inminente) la delantera blanca. Sin ser un delantero centro, puede actuar y rendir con creces en esa nueva demarcación como ya le ha estado probando Zidane en pretemporada. Su velocidad, su potente disparo y su enorme superioridad en los balones por alto son motivos más que suficientes para confiar plenamente en este nuevo rol.

Isco: puede ser también un recambio de garantías de emergencia. Escorado a una banda y gracias a su incuestionable calidad para el desborde y zafarse de varios rivales puede desempeñar bien la función de goleador ya que suele anotar varios goles.

Asensio: es sin duda el jugador más en forma del actual Real Madrid. A su indudable técnica hay que añadir su disparo milimétrico lo que le asegura sin ser un delantero, un buen puñado de goles.

Lucas Vázquez: debido a su técnica y velocidad provoca numerosas ocasiones de gol y puede realizar perfectamente las funciones de asistente como tan bien lo hace Benzema.

Cristiano Ronaldo: su vuelta a los terrenos de juego se antoja como la tabla de salvación en la que se acoge todo el madridismo ante la falta de gol del inicio de curso. Es innegociable su titularidad e importancia en el equipo. Y quizá es el momento de colocarlo definitivamente como nueve puro cuando cumpla la sanción. Lo remata todo, con todo y desde todas las posiciones posibles. Para el desmarque y velocidad por bandas ya están otros en el equipo. Cuando ha actuado en esa posición, ha incrementado su presencia en el juego y aumentado su cuenta de goles, aunque para ello implique modificar el dibujo táctico.

4-4-2: en el sistema de juego también podemos encontrar la solución idónea y lógica para suplir la baja de Benzema. Con el sistema clásico del 4-4-2 en rombo se reforzaría el medio campo (con por ejemplo Isco u Asensio y descartar a Kroos o Casemiro) con Modric o Isco escorado más a una banda, y arriba con dos puntas como lo pueden ser Cristiano y Bale; con ello obtendríamos más posesión en el medio campo y en la delantera más velocidad y punch. Otra variación del sistema 4-4-2 (aunque mucho más improbable) sería colocar a Bale en una banda; en la otra banda Lucas o Isco e incluso Asensio o Modric y en la media punta o bien Isco, Asensio, Ceballos o Modric y arriba Cristiano Ronaldo junto a Borja Mayoral. No obstante la gran plantilla de la que dispone actualmente el actual campeón de Europa y vigente campeón de liga ofrece varias soluciones tácticas en modo de jugadores.

Zidane tiene ante sí un reto más: dotar de más gol a este equipo con la pólvora mojada en este comienzo de temporada (bien por sanción, lesión o falta de acierto) cuando tan solo dispone de pocos efectivos puros de cara al gol, aunque cuenta con varios efectivos capacitados para ello. Oportunidades habrá para todos y en breve lo sabremos. Solo un partido sin Benzema y Cristiano al mismo tiempo (complicada la visita a Anoeta) es lo que nos queda para salir de dudas. El primer partido de Champions sin Benzema pero ya con el astro portugués sobre el terreno de juego evidenció lo que todos ya sabíamos: que la participación de Cristiano Ronaldo en este Real Madrid es imprescindible. Sus goles, su lucha, su entrega, su hambre, su compromiso son vitales. El panorama es bien distinto. Es de color blanco.