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Miércoles, 13 de septiembre del 2017

Williams alcanza el siguiente nivel

Había un gran ambiente en San Mamés. La ofrenda floral a Rafael Moreno Aranzadi “Pichichi” con ambos capitanes y el homenaje al pelotari Oinatz Bengoetxea, marcaban los prolegómenos del encuentro entre el Athletic Club de Bilbao y el Girona Fútbol Club en “la catedral”. Gorza Iraizoz, esta vez de visitante, también disfrutaba del gran ambiente que ya vivió como local durante 10 temporadas.

Sin embargo, los pupilos de Ziganda no estuvieron a la altura: el partido del Athletic fue malo y el resultado engañoso. El Athletic debe mejorar varios aspectos del juego cuanto antes si quiere resultados, sobre todo a domicilio. La entrega de Unai Núñez, el atrevimiento de Iñaki Williams y el acierto de cara a gol, parecen las únicas notas positivas para los leones.

El rival mereció más. Durante gran parte del encuentro, los de Machín impusieron su ritmo, dominaron el centro del campo y sacaron los colores al equipo local. Beñat Etxebarria vio tarjeta amarilla en el minuto 20 y Mikel San José acumulaba una falta tras otra en la medular. Parecía desquiciado. Aparecían los primeros murmullos en la grada y la parroquia rojiblanca se mostraba ansiosa por la primera alegría como local en el campeonato doméstico. Justo en ese preciso momento, apareció nuestro protagonista: Iñaki Williams.

En una jugada por banda derecha, Williams filtró un balón al área que Iker Muniain aprovechó para anotar el primer tanto del encuentro. El Girona, en su primer partido como visitante en primera división de toda su historia, empezaba a conocer cómo se las gastaban en el “El Botxo”, e Iñaki empezaba a dejar claras sus intenciones. 

Poco después de la reanudación, “la pantera” aprovechó un balón largo a la espalda de la defensa albirroja para plantarse en el área rival, donde solo tuvo que ceder el balón a “Adu” para que éste rematase a placer. El partido ya pintaba mal para los visitantes. Iñaki asistió con determinación en los 2 únicos tantos del encuentro que, a la postre, darían la victoria al equipo vasco.

"La pantera" suele iniciar en la parcela derecha, desbordando hacia fuera llegando hasta línea de fondo, o viniéndose hacia dentro en busca de asociación. Cuando Williams encara, es tremendamente difícil de parar. Parece un caballo desbocado, cambia el ritmo y sus compañeros empiezan a correr hacia delante en busca de espacios. No hay expresión que defina mejor su forma de moverse por el campo. El chaval es todo nervio; cual corcel indomable, arranca próximo a la línea de cal dejando atrás a tantos rivales como se encuentra por delante. Está deseando medirse en velocidad con su par y tiene el desborde metido entre ceja y ceja. Es muy activo, inquieto, e incisivo, aunque sin suerte de cara a portería. Su forma de entender el fútbol se basa en la potencia, el desequilibrio y el impulso. Quizá Demasiado.

Esa precipitación en la toma de decisiones, viene determinada no solo por su ímpetu, sino también por su inexperiencia. Su margen de mejora es todavía amplio y debe aprender a controlar más sus impulsos en el terreno de juego para tomar la mejor decisión en beneficio de su equipo. Sobre todo, debe mejorar en la recepción, y voltear las estadísticas de balones perdidos. 

Va fenomenal en el juego aéreo, es muy veloz en carreras largas, tiene una gran resistencia, un juego de piernas muy rápido, una velocidad de reacción envidiable y es capaz de generar espacios para sus compañeros. En definitiva, tiene una genética privilegiada y un gran potencial. Sin balón, le gusta desmarcarse al espacio, a la espalda de las defensas rivales. Se mueve como pez en el agua en los contraataques, donde da rienda suelta a su amplia zancada. Atesora un potente disparo con su pierna derecha, que utiliza siempre que tiene ocasión y desde cualquier posición.

Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, a menudo ocupa la posición de “9” para dar descanso a Aritz Aduriz, pero en esa posición su rendimiento baja. No es un jugador que se sienta cómodo jugando de espaldas a portería y suele perder balones con facilidad, seguramente fruto de la brega con defensas más experimentados que él. Tampoco es un gran goleador, no ve puerta con facilidad partiendo como delantero único.

No es de los futbolistas mejores dotados técnicamente, pierde balones a menudo debido a controles defectuosos, y, aunque sus disparos son como latigazos, las estadísticas le dan la espalda en este aspecto. Es perseverante en el intento, pero esta es claramente, una faceta a mejorar.

Su intermitencia durante los partidos quizá sea otro aspecto de mejora. Al ser un futbolista tan explosivo, a menudo aparece solamente en tareas de ruptura y no se muestra participativo. Bien es cierto que esto va con el ADN del jugador y es muy difícil de cambiar.

Trabaja para ser referencia en el Athletic y es un jugador con buen presente e inmejorable futuro. Posee condiciones naturales privilegiadas, pero para dar un salto de nivel y llegar a ser un delantero de talla mundial, debe empeñarse en pulir esos detalles de los que ya hemos hablado.

En clave Fantasy, ofrece buenos resultados en el modo picas. Suele vaciarse en los partidos, lo intenta una y otra vez y parece no rendirse nunca, ayuda a sus compañeros en labores defensivas y busca desmarques constantes con movimientos entre líneas. Todo esto influye de manera notable para que los cronistas le califiquen de forma positiva, aunque no tenga suerte de cara a gol.

Menos recomendable parece para el modo estadísticas. Es un futbolista que busca la portería y prueba varios centros. Sin embargo, su porcentaje de acierto es bastante pobre en casi todas las facetas del juego, tan solo las asistencias, faltas recibidas y algún gol le ayudan a mantener una linea de puntos aceptable.

Alfonso Rodríguez