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Esteban Rolón, el '5' elegido por Al-Thani
No ha sido un mercado fácil para el Málaga CF. En su centro del campo, las salidas de Camacho y de Fornals, piezas fijas y con las que Míchel esperaba contar, han tardado en ser cubiertas más de lo deseable, y además, los jugadores que han sido contratados con el propósito de ocuparlas son dos jóvenes argentinos que dan el salto a Europa a la vez, con el riesgo que ello conlleva. Uno de ellos, el último en llegar, se llama Esteban Rolón.
Es importante, en primer lugar, no confundir a este futbolista con Maximiliano Rolón, rosarino de su quinta que pasó por la cantera del Barça y militó en el CD Lugo la pasada campaña, puesto que, más allá de la similitud de su apellido, no tienen nada que ver. Tampoco con Diego Rolán, compañero de equipo que actuará en posiciones más adelantadas.
Esteban nació en Posadas, la ciudad principal de una provincia argentina llamada Misiones, encajonada entre Paraguay y Brasil, en marzo de 1995. Con doce años se trasladó él solo a la pensión de Argentinos Juniors, club en el que se ha criado y formado progresando en sus categorías juveniles. En 2012 llegó a proclamarse con autoridad campeón de la sexta división, dentro de una generación de futbolistas con un inusitado talento prematuro que ilusionaron a la hinchada del club.
Y si en marzo nació, en marzo le llegó también la oportunidad de debutar con el primer equipo. Concretamente, en 2016, a pocos días de cumplir los 21 años. El técnico Carlos Mayor lo alineó en una derrota contundente (1-5 frente a Defensa y Justicia) que resultó costarle el puesto. No obstante, el entrenador sustituto, Raúl Sanzotti, siguió otorgando partidos a Rolón desde el inicio, hasta completar la decena, y pese al descenso a la B, fue uno de los jugadores que mejor impresión causó en una temporada de tanta dificultad para la entidad.
Tal confianza en el rubio volante se plasmó en su contrato de renovación, recién comenzada su campaña en la segunda categoría argentina, que le unía a Argentinos Juniors hasta junio de 2020. Su titularidad con Gabriel Heinze al mando fue indiscutible y se dio en 39 de los 40 partidos que disputó, por lo que constituyó una pieza básica para devolver al “Semillero del Mundo” a la elite balompédica de la nación.
Y fue en esa elite donde aparecieron los primeros clubes interesados en hacerle cambiar de aires. Racing, Independiente, River y, muy especialmente, Boca Juniors, presentaron ofertas para tenerlo en sus filas que fueron consideradas insuficientes por su agrupación de origen. Se abría entonces la posibilidad de llevarlo a Europa, y ahí, el Málaga CF fue siempre el principal interesado en su contratación, dando lugar a unas negociaciones nada fáciles, que se empezaron a gestar ya a finales de julio y que no terminaron hasta un mes después, concretamente el 28 de agosto, día en el que el futbolista fue presentado oficialmente en La Rosaleda tras rubricar un compromiso por cuatro campañas en una cifra de traspaso aproximada a los 3,5 millones de euros.
En el Málaga, Rolón llevará el dorsal 5 en su camiseta, lo que concuerda con su desempeño en el terreno de juego, en una posición, la de volante central, que en Argentina siempre se ha asociado a ese número. Con Fernando Redondo como ídolo declarado, Rolón es un jugador de manejo, de toque, de movimientos para ofrecerse, relacionándose incluso con los centrales si es necesario para procurar una salida limpia del balón. Y también es un jugador de desplazamientos de pelota diversos, siempre precisos, y de cambios de orientación en función de las necesidades del partido. Está llamado a llevar el mando del juego, con la idea, como él mismo expresó en su primera comparecencia de prensa ante los medios españoles, de que su equipo presione en la línea de vanguardia y de que posea un orden claro y de referencia cuando se disponga del esférico, que deberá pasar por él en la mayoría de los ataques.
No obstante, y a pesar de las buenas referencias y de la propuesta tan interesante de juego que ofrece, Esteban Rolón cuenta con un obstáculo importante para perfilarse de entrada como un hombre importante en el equipo blanquiazul: no es un fichaje consensuado entre los integrantes de la parcela deportiva del club. Todo lo contrario: se trata de una apuesta personal del propietario, Abdullah Al-Thani, que lo ha impuesto al criterio tanto de la dirección deportiva como del entrenador. Tal es así que Míchel, por una parte, manifestó sin tapujos en rueda de prensa preferir a otro perfil de futbolista, personalizando incluso en el muleño Javi García (aunque admitió saber quién era Rolón); y que Arnau, por otra, reconoció en su presentación que el jugador solo tenía “el visto bueno de la propiedad” y que conocía pocos detalles sobre él.
Es sabido que si un futbolista cuenta con cualidades y profesionalidad y mejora lo que hay en la plantilla, al final acaba destacando, adelantando a sus compañeros y jugando, pero siempre le va a resultar más complicado que si el entrenador ya de antemano tiene vistas en él determinadas cualidades que pueden estar en consonancia con el estilo de juego que pretenda implantar.
Para los dos primeros partidos de liga, previos a la llegada del misionero, el preparador madrileño ha apostado por dos dibujos diferentes en la zona ancha: cuatro integrantes frente a la SD Éibar, con una defensa de tres y dos hombres de recorrido de ida y vuelta en las bandas; y cinco, con un doble pivote y tres figuras por detrás de un único delantero centro, en la visita al debutante Girona FC.
El resultado parece no haber sido el esperado en ninguno de los dos casos, por lo que a Míchel quizá no le quede más remedio que probar ya a Rolón en el partido de la tercera jornada, en casa frente a la UD Las Palmas, bien en la búsqueda de nuevas ideas posicionales, como componente de una tercera disposición táctica distinta, o bien adaptando su trabajo a alguna de las ya empleadas y en detrimento de Recio, Kuzmanovic o incluso Adrián, si bien este último es un jugador más habituado a ocupar posiciones de enganche con la vanguardia, igual que Cecchini, el otro argentino contratado por el club en este mercado.
En cualquier caso, el futbolista nacionalizado polaco (país de origen de sus padres) tiene que asimilar que en España ya no podrá disponer de tanto tiempo para tomar decisiones con el balón en los pies, porque tendrá a los contrarios mucho más encima en toda circunstancia. En este sentido, quizá lo más prudente sea pensar que irá entrando en la dinámica del equipo poco a poco, desde el banquillo, lo que le permitiría ir tomando un contacto más progresivo con la intensidad de balompié que se practica en su nuevo destino. Este fin de semana saldremos de dudas.