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Sábado, 02 de septiembre del 2017

Emre Mor, dinamismo para todo el frente de ataque

Tras los malos resultados cosechados en las 2 primeras citas del campeonato doméstico, el Real Club Celta de Vigo se vio obligado a acudir al mercado en busca de refuerzos. El pasado martes y por medio de sus redes sociales, confirmó la incorporación del nacido en Dinamarca, pero internacional por Turquía, Emre Mor.  Llegó a debutar con la selección danesa sub-19, aunque se convirtió en el futbolista más joven en debutar en una Eurocopa con Turquía. Lo hizo a los 18 años y 323 días. 

Hasta el pasado martes, las únicas incorporaciones del club gallego para el curso 17-18, habían sido: Maxi Gómez, Stanislav Lobotka y Jozabed Sánchez (este último por medio de la ejecución de la opción de compra). 

El jugador otomano tiene 20 años y procede del Borussia de Dortmund. Llega para reforzar toda la zona de ataque del club celeste. Es zurdo, pero le gusta partir desde el costado derecho. También puede actuar como extremo izquierdo, como hombre más adelantado o por detrás del punta.

El Celta ha logrado hacerse con los servicios de un jugador con gran proyección en el fútbol europeo. El turco es un futbolista muy completo. Suele conducir el balón pegado a la pierna izquierda y es muy habilidoso. Le gusta partir desde la derecha y hacer diagonales hacia dentro. Aporta una “marcha extra” al equipo y basa su juego en la velocidad y el desborde. Es muy vertical. Le gusta medirse en el uno contra uno y salir en velocidad. En los contraataques es letal. 

También busca bien los espacios y se mueve entre líneas. Llega al club gallego para actuar en la zona de tres cuartos, aportar movilidad y asociación. Su centro de gravedad es muy bajo, ya que mide solo 169cm, y eso le proporciona cierta ventaja a la hora de encarar a sus rivales. Recibe el balón y enseguida busca la ruptura, driblar a sus rivales e imprimir un ritmo diferente. También puede moverse en horizontal por el terreno de juego, buscando el pase definitivo.

Confía mucho en su pierna izquierda y la utiliza desde cualquier zona del campo. Cuando aparece entre líneas es capaz de filtrar pases verticales y crear mucho peligro en las zonas calientes del terreno de juego. No es un jugador que se prodigue en los lanzamientos desde media distancia. Si merodea por las proximidades del área rival, es más fácil verle con intenciones de desbordar o filtrar pases de gol, que disparando a portería.

También tiene gol. Sin embargo y dada la poca continuidad que tuvo en el fútbol bávaro, no tiene grandes números que le avalen en este apartado en una competición de primer nivel.

Emre Mor puede aportar muchos recursos ofensivos al Celta de Juan Carlos Unzué y se puede adaptar fácilmente al estilo que el técnico navarro plantea. Un fútbol con 2 extremos claramente diferenciados, presión alta, 2 interiores con mucho recorrido en la zona central, un nueve con mucha movilidad (generalmente Guidetti) y una máxima: sacar SIEMPRE el balón jugado desde atrás.

En el supuesto de que Unzué mantenga el 4-3-3, Emre Mor tendría hueco tanto en los 2 vértices de la línea más ofensiva del equipo, como en la punta de ataque.

En el caso de que el técnico utilice 4-2-3-1, el joven jugador turco tendría opciones de aparecer en cualquiera de las 4 posiciones más adelantadas. Principalmente, luchará por ocupar cualquiera de los 2 extremos del ataque. También puede, de forma puntual, actuar como hombre referencia en ataque o por detrás del punta.

Como extremo derecho: ocuparía el sitio de Iago Aspas. De esta forma, “El príncipe de las Bateas” vería modificado su punto de partida, para ocupar la posición de hombre más adelantado en el dibujo del técnico navarro o como segundo punta, en el 4-2-3-1.

Iniciando desde la parte izquierda: el sacrificado sería Pione Sisto y sería un simple cambio de cromos. En este caso, el otomano ocuparía la banda izquierda, costado donde menos cómodo se encuentra.

Como “falso nueve”: sería muy interesante ver en el mismo dibujo a Emre Mor (falso nueve), junto con Iago Aspas, Pione Sisto y Jozabed Sánchez. Los 3 primeros aportarían movilidad y desmarques continuos, así como desborde y velocidad. El sevillano sería el encargado de combinar, asociarse y filtrar balones entre líneas. Tanto en la opción del otomano actuando como “falso nueve”, como iniciando desde la parte derecha, el damnificado sería Maxi Gómez. Se antoja difícil que el técnico navarro prescinda del uruguayo, dada su racha anotadora actual. En otra fase del campeonato, Guidetti también sería el sacrificado en este supuesto.

Como mediapunta por detrás del delantero: opción más improbable. Esta posición está bien cubierta con Jozabed y Lobotka, sin olvidar a Aspas en el 4-2-3-1. El sevillano parte como titular en condiciones normales. Si el turco o Aspas actuaran por detrás del punta, Jozabed sería el damnificado. El turco haría las funciones de “10”, aportando más ritmo, velocidad y sangre caliente a la posición de enlace con el punta.

De cara al futuro más inmediato, Juan Carlos Unzué puede hacerle debutar en la próxima jornada de la Liga Santander. Tanto la urgencia de puntos, como los compromisos internacionales de Pione Sisto y Iago Aspas, pueden provocar que el turco disfrute de sus primeros minutos como jugador celeste. Su fase de adaptación y su estado de forma durante los entrenamientos previos, nos irán dando pistas sobre lo que pueda ocurrir de cara a la tercera jornada liguera.

Durante la pasada temporada, militó en un Borussia de Dortmund plagado de estrellas, donde es tremendamente difícil hacerse un hueco y disfrutar de minutos para un futbolista tan joven. Solamente disputó un puñado de partidos con el equipo teutón y los minutos estaban muy caros. Sin embargo, en esta nueva etapa, la situación es diferente. La apuesta del club vigués por el otomano es fuerte y con un gran desembolso económico (13 millones de euros). El joven jugador, estoy seguro, dispondrá de minutos y continuidad suficiente durante toda la campaña para demostrar lo que puede aportar al equipo celeste y crecer como futbolista.

Es preciso tener paciencia, virtud inexistente en el fútbol actual, y dejar que el chico aprenda del error. Es necesaria una fase de adaptación al ritmo y hábitos del fútbol español, pero también es cierto, que la presión es máxima y se le exigirán resultados desde el primer día. Sin ningún lugar a dudas, es un gran refuerzo para el club celeste.

Alfonso Rodríguez