Jueves, 24 de agosto del 2017

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El suspenso de Lemos activa el mercado y deja su titularidad en el aire

Todas las temporadas vemos cómo algunos entrenadores asignan un rol diferente a determinados jugadores, ya sea por sus características físicas o técnicas, en la confianza de que su rendimiento pueda ser mayor en esa nueva posición, o bien como plan de contingencia ante las posibles bajas que se puedan producir en el equipo debido a las salidas, lesiones o sanciones, con la esperanza de que no disminuyan sus prestaciones por trabajar en otra zona del campo a la que no está acostumbrado. 

Podríamos citar varios ejemplos (Sergi Roberto, Mascherano, Juanfran o Gareth Bale, sin salir de casa), pero quizá los casos de Fabinho en el Mónaco (reconvertido de lateral a centrocampista) y de Joshua Kimmich en el Bayern Munich (de central a mediocentro o interior), sean los más similares al "Caso Lemos", mirando más allá de nuestras fronteras. Jugadores que comenzaron en la retaguardia pero que están cumpliendo con creces y muy buena nota al adelantar su posición en el campo, a diferencia del caso que nos ocupa. 

Sin embargo, ya sabemos que las comparaciones son odiosas (aunque nos puedan servir como referencia), pero por desgracia para la U.D. Las Palmas y por suerte para sus rivales, la sala de máquinas grancanaria hace aguas.

La actuación de Lemos como pivote en Mestalla no atendió a las necesidades del equipo, que estuvo espeso y sin ideas en la creación, con una posesión estéril del balón (no generaron muchas ocasiones de gol) y en donde quedó patente que es un jugador poco recomendable para desempeñar esta función de manera habitual, aunque sí pueda hacerlo de manera puntual, como parche. El experimento del Cacha como seis en Mestalla no funcionó. Su "ensayo-error" dio un resultado erróneo, así que habrá que probar una alternativa diferente, o las que sean necesarias, hasta dar con la solución al problema. De hecho, a raíz de este primer partido, el club ha acelerado la llegada de uno (o dos) mediocentros que cubran esa posición: Samper (y Aquilani).

Posicionalmente no le podemos reprochar nada a Lemos, cubre bien, utiliza bien el cuerpo, va bien por alto y cumple con creces defensivamente, además de su gran capacidad anotadora y potente disparo, pero la velocidad no es su fuerte (en esta posición es manifiestamente lento), su efectividad en los pases cortos es baja (suele tomar malas decisiones), no destaca tampoco por su visión de juego (le falta criterio para mover al equipo) y carece de inteligencia táctica (para leer el partido y manejar los tiempos según la necesidad), por no decir nada de su insulso recurso de amagar y pasarse después el balón por detrás con el tacón, que utiliza mucho y rara vez le funciona, entre otras cosas.

Podríamos considerarle un magnífico central, pero poco fiable si le damos galones y responsabilidad como el motor del equipo. No obstante, no debemos olvidar que todavía es muy joven, solo tiene 21 años, con proyección y margen de mejora para aprender este nuevo rol, pero lo cierto es que su rendimiento será mayor si se desenvuelve como central, que es donde realmente le necesita el equipo.

Actualmente y por orden de preferencia, el que mejor en forma está para dicha labor es Fabio, que no pudo jugar en Mestalla y fue baja de última hora, pero un claro aspirante al once para el sábado. Hernán también está disponible y cuenta con la confianza del entrenador, a pesar de las dudas que pueda generar su participación ante un equipo de la exigencia del Atlético. Tiene más experiencia que Fabio y muchas posibilidades para jugar también desde el inicio).

Todo dependerá de la decisión que tome finalmente Márquez en cuanto a la posición del uruguayo. La opción Javi Castellano, por el bien del equipo, no debería ni contemplarse, el gemelo de Dani está mal, le falta forma y confianza en sí mismo, ya que la lesión que sufrió la temporada pasada (precisamente en la primera jornada de liga contra el mismo rival) parece estar afectándole en lo anímico y no le ha permitido volver a ser el mismo de antes. 

Por último, añadir que la incorporación de Samper y Aquilani (este todavía pendiente de confirmación oficial) al equipo puede ser una noticia agradable para todos y un alivio para el entrenador, ya que puede suponer la solución al problema que tiene el equipo en este sentido. La imperiosa necesidad de reforzar ese puesto antes de que finalizara el plazo para inscribir jugadores era categóricamente imprescindible y esencialmente vital.

Sergi Samper era la oportunidad de mercado que estaba buscando el club, pero habrá que ver si es el jugador apropiado y cumple con las expectativas (recordemos que la temporada pasada resultó ser un fiasco en el Granada y su progresión se ha estancado). Aquilani podría ofrecer esa experiencia que necesita el equipo en una zona clave del campo aunque su estado de forma será una incógnita hasta que pise tierras volcánicas. Cuanto menos, aumentarán la competencia en este puesto, esperando que jugadores como Fabio, Javi y Hernán den también un paso al frente y consigan dar un salto importante de calidad, con capacidad para pelear por un puesto en el once titular.

Para Lemos la situación tampoco será fácil a partir de ahora: la sobrecarga de centrales (Bigas, Ximo, David García, Aythami y el propio uruguayo) que tiene Las Palmas hace que la competencia en la retaguardia también sea feroz. Bigas parece intocable y Ximo está en muy buen momento de forma. Lemos se encuentra en un pequeño aprieto.

En definitiva, al bueno de Márquez le va a venir genial el parón de selecciones para poder gestionar el dilema de la medular, pero mucho me temo que el experimento continúa, habrá que seguir con el "ensayo-error" y averiguar el resultado de la alternativa Samper, que por suerte o por desgracia, tampoco es Roque Mesa. Y veremos en que estado llega Aquilani.

Muchos quebraderos de cabeza y trabajo por delante todavía para dar con la tecla, ya que, o se consigue hacer funcionar la rueda más importante del engranaje, o la noche será larga y albergará horrores.