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Neymar. Algo se muere en el alma.
Uno de los capítulos más destacados de esta pretemporada estival ha sido hasta la fecha el fichaje de Neymar Jr. por el club parisino PSG.
Kilómetros de párrafos han sido escritos y tantos otros se escribirán pero nadie, absolutamente nadie, sabrá nunca a ciencia cierta que impulsó al joven brasileño a tomar tal decisión.
Se habla de la omnipresencia de Messi y el papel secundario de Neymar mientras estuviese a la sombra del astro argentino. Se ha llegado a considerar la ruptura del noviazgo con Bruna Marquezine para justificar un cambio de aires. El hipnotizante influjo de los petro-euros de unos señores de Qatar (respaldados sin pudor alguno por su emir, Tamim bin Hamad Al Thani y presuntos acusados por financiación al terrorismo). La necesidad de sentirse el auténtico líder de un proyecto concebido para su exclusiva imagen y acorde a todas sus necesidades, decisiones sobre los fichajes incluidas (parece que Dani Alves fue uno de los primeros peticionados). Algunos opinan que ha sido el capricho de un jeque ofendido por tocar a Verrati, “uno de los nuestros”. ¡Perdón, casi se me olvida!, fue Dios quien le marcó el camino hacia la Ligue 1. Repito, infinidad de argumentos, idéntico número de opiniones dispares. Todas ellas aceptables, por supuesto, pero con una gran salvedad. La afición del F.C. Barcelona está herida, las formas han sido imperdonables, para nunca olvidar.
Al-Khelaïfi, presidente del PSG, consiguió un acuerdo con el binómio Neymar y hace un par de días, ha pagado la cláusula de 222 millones de euros asignada al futbolista. ¿Dónde y cuando se produjo el acuerdo?, nunca lo sabremos. Ese es el factor diferencial. Neymar se equivoca en una cosa. “ El soci ” hubiese pataleado igual por su fuga, pero si hubiese sido sincero y no hubiera montado el esperpéntico numerito veraniego vivido, lo hubiera entendido. Al menos no se sentiría humillado y traicionado, porque esas son las auténticas sensaciones que han cubierto el corazón de los millones de seguidores culés.
Algunos dirán que es la rabia quién maneja mis frases. La verdad que aún tengo dudas sobre la certeza de esa afirmación. En Barcelona se le ha mimado hasta la extenuación. Se le ha consentido la parafernalia del séquito de post-adolescentes conocidos como los Toiss. Hemos aceptado, por no decir hemos descendido nuestros jeans, el eterno cuento del cumpleaños de su hermana, Rafaella Beckran y el consiguiente viaje a Brasil año tras año en pleno Marzo futbolístico. Hemos protegido sus desplantes a rivales con lambrettas fuera de momento o caídas más propias de WWE que de un profesional del fútbol. Evidentemente justificábamos lo que hacía porque “él juega así”… Nos hemos aburrido con sus anuncios, spots, telenovelas, redes sociales, grupo de amigos, vacaciones en el mar y nunca jamás hemos osado criticar ninguno de sus estilizados, modernos y siempre cool cortes de pelo continuos.
Neygol, creo que te equivocas. Recalas en una Liga de categoría inferior, un campeonato con minoritaria difusión y reclamo. Ganar la Ligue 1 debería ser una obligación. Sólo la conquista de la Champions colocaría al garoto de Mogi das Cruzes en lo más alto del panorama. Más de uno ya sueña con un cruce entre Barça y PSG en la edición venidera de la Orejona.
¿ Y ahora qué ?. Los cimientos de la estructura del Barça han temblado, sin duda alguna, dejando en evidencia a toda una junta directiva y una supuesta mala gestión de contratación del jugador. ¡Todavía reclama Neymar Santos 26 millones de euros en concepto de una prima acordada el año pasado por la renovación del fenómeno de su hijo (prima que aceptaron pagar los “fenómenos” secuaces de Nobita Bartomeu)! …
Deportivamente aún es peor. El PSG, por si alguien ponía en tela de juicio el tema del fair play europeo, ficha también a Mbappé... Y en el bando contrario, o sea el mío, opinaré a título personal. Congelado me he con la posibilidad de que Coutinho y Dembélè sean las opciones de repuesto del crack de la Canarinha. ¡Bueno, peores son Paulinho, Eriksen y Di Maria y aun tienen opciones de venir!.
El odio me invade. Necesito olvidar pronto. Suena la música del mítico cantante cubano Jon “Se Queda” y su imperecedero “Otro día más sin verte”. Mientras, algo se muere en el alma.
Cómo colofón y en honor a los sabios que pueblan nuestro Chat de Fútbol Fantasy, “ Ney al mar ”.
Obrigado.
Javier Arbós.